La posibilidad de un intercambio de espías entre Rusia y Estados Unidos, a imagen y semejanza de los practicados durante la Guerra Fría, cobraba forma este jueves para resolver el caso de espionaje que entorpece las relaciones ruso-estadounidenses, según la prensa rusa.
“Un encuentro entre el embajador de Rusia en Washington, Serguei Kisliak, y el subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, terminó con resultados: las dos partes se pusieron de acuerdo en un intercambio de espías”, escribió el diario digital Gazeta.ru, que cita “una fuente informada de círculos diplomáticos”.
El diario asegura, por otra parte, que Anna Chapman, de 28 años, una de las diez personas detenidas a finales de junio en Estados Unidos, llegará “de incógnito” a Moscú el jueves por la noche. Está acusada, como los demás, de ser un agente de los servicios de inteligencia exteriores rusos (SVR).
Gazeta.ru subraya que Moscú no hará comentarios oficiales sobre el intercambio ni publicará la lista de los nombres.
Los sospechosos comparecerán el jueves a las 13:45 de Ecuador (18:45 GMT) en Nueva York como motivo de la lectura del acta de acusación.
Los diez presuntos agentes, y un undécimo que se encuentra prófugo, fueron inculpados por la fiscalía de Nueva York “por haber conspirado como agentes secretos en Estados Unidos por cuenta de la Federación de Rusia”, y nueve de ellos también por “blanqueo”.
Durante la Guerra Fría, Occidente y el Este practicaban los canjes de espías, sobre todo en el puente de Glienicke que unía Berlín Occidental con la Alemania del Este.