Una de las ciudades más afectadas del mundo por las consecuencias que ha traído consigo el coronavirus, ha sido Guayaquil, Ecuador. El trauma que viven hoy día los ciudadanos de esta ciudad es totalmente triste y a veces imposible de creer.
Miles de familias que les ha tocado perder a sus familiares y allegados a causa de esta enfermedad, han declarado a diferentes medios la pesadilla que les ha tocado vivir, desde sentir la pérdida de los suyos, a verlos morir en sus casas o calles, a pasar días en la espera de que las autoridades retiren los cadáveres, para luego recibir la noticia de que los cuerpos de sus seres queridos no pueden ser identificados.
Son muchas las personas que reclaman los cuerpos de sus familiares en los hospitales, morgues y por medio de llamadas al 911, y al ser tanta la cantidad de fallecidos, los cuerpos proceden a entrar en estado de composición, lo que no ayuda a que puedan ser identificados.
Criminalística da a conocer sus procesos:
Al ser los cuerpos embalados en elementos plásticos y colocados en contenedores, la descomposición de estos se acelera por el calor. La cantidad de cadáveres acumulados y altas temperaturas, causa que el proceso de identificación se dificulte, explica Juan Montenegro, ex jefe de medicina legal.
Montenegro comenta que no solo existe carencia de protocolos, sino que también faltó el registro de documentos, como, por ejemplo, fotos y nombres de la víctima en una base de datos digital, que hoy día facilite realizar esa identificación. “La inexperiencia de quienes están al frente de los servicios de dirección nacional y servicios de medicina legal es una de las responsables de este caos. No hay médicos forenses en la jefatura”, declaró el ex jefe de medicina legal a diario expreso.
Hasta el pasado 12 de abril, de 1.400 cadáveres, solo 600 habían logrado ser sepultados, y de esos 600, 131 tuvieron problemas de identificación, comentó Jorge Wated, jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta y encargado de trasladar los cuerpos de casas y hospitales al cementerio o contenedores.
La desesperación de las familias afectadas las ha llevado a realizar dos plantones para reclamar a sus fallecidos. El abogado experto en Criminalística Eduardo Argudo explicó que el hecho puede acarrear sanciones por incumplimiento de responsabilidades administrativas, si se llegan a descubrir negligencias en el tratamiento de los cuerpos. (Fuente: Expreso)