Ariel Castro, acusado de haber secuestrado y violado durante diez años a tres mujeres en su casa de Cleveland (norte de Estados Unidos), se declaró culpable este viernes a cambio de la cadena perpetua.
Castro, de 53 años, aceptó un acuerdo con la acusación que, de ser refrendado por el juez, le enviará a prisión de por vida sin opción a libertad condicional, evitando así la pena de muerte.
«En virtud de la ley, un prisionero condenado a una pena de cárcel sin posibilidad de liberación anticipada (…) permanecerá en prisión hasta su muerte. ¿Comprende usted esto?», preguntó el juez a Ariel Castro, quien compareció en traje naranja de prisionero con unas pequeñas gafas y una barba de días.
«Sí, su señoría», respondió el exconductor de autobús.
El individuo se enfrentaba a un total de 977 cargos, entre ellos 512 por secuestro, 446 por violación y siete por abuso sexual.
Además, estaba acusado de dos cargos de homicidio agravado por supuestamente golpear a una de las mujeres hasta causarle un aborto.
También se le imputaron seis cargos por asalto sexual, tres cargos por negligencia infantil y un cargo por posesión de herramientas delictivas.
Las tres víctimas, Amanda Berry, de 27 años; Gina DeJesús, de 23, y Michelle Knight, de 32, han regresado a vivir con sus familiares. La primera de ellas tuvo una hija con Castro, que ahora tiene seis años.
El comienzo del juicio estaba programado para el próximo 5 de agosto, pero el acuerdo evitará que las tres víctimas tengan que enfrentarse a rememorar su cautiverio con su testimonio.