Uno de los más de 3.500 cables originados en la embajada de Estados Unidos en Ecuador y filtrados por el sitio WikiLeaks, del periodista Julian Assange, hace referencia al caso de los hermanos William y Roberto Isaías, ex dueños de Filanbanco, quienes el miércoles fueron condenados a 12 años de prisión en un proceso que duró doce años.
El documento diplomático en el que la ex embajadora estadounidense en el país Kristie Kenney informa a su gobierno sobre la situación de los ex dueños del entonces más grande banco del país es contundente. Kenney sostiene que, en 1998, la salud de la institución financiera, pese a recibir fondos del Estado, empeoró y que entonces su presidente, Roberto Isaías, y el vicepresidente ejecutivo, William Isaías, instruyeron oralmente al jefe contable del banco para que haga una serie de transferencias de dinero a cuentas en las Islas Caimán.
La ex embajadora califica la fortuna de los Isaías como mal habida y sostiene que fue precisamente esa riqueza la que “les permitió comprar una salida segura del país”.
Kenney afirma igualmente que con el dinero que poseen “presionaron a las autoridades para que les reduzcan los cargos criminales que pesaban sobre ellos”.
Kristie Kenney es bastante crítica con el hecho de que Estados Unidos permita a los hermanos Isaías permanecer en territorio estadounidense. Menciona que las leyes de ese país obligan a que toda persona que haya hecho fortuna sobre la base de actos corruptos es susceptible de inmediata deportación.
Además, informa que la “rabiosa prensa” ecuatoriana se queja precisamente de que Estados Unidos tenga un discurso de “pura boca” sobre sus políticas anticorrupción, pues en su “territorio acoge a fugitivos”.
La ex embajadora dice en el cable que, pese a que los hermanos Isaías fueron acusados de un manejo criminal de Filanbanco, desde la ciudad de Coral Gables, en Florida, continuaron administrando su imperio económico.