Una mujer de contextura delgada, cabello largo negro, elegantemente vestida con un traje oscuro, zapatos altos, perfectamente maquillada y accesorios rojos es la descripción de la nueva gobernadora del Guayas, Viviana Bonilla. La flamante funcionaria afirma que entre sus prioridades está mejorar el servicio público y la seguridad ciudadana en la provincia.
¿A una semana de asumir su cargo se han dado cambios?
Creo que cuando hay un cambio también se genera una expectativa y eso es respetable. Y por ello hay personas que ocupaban cargos de libre remoción que han renunciado.
¿Cuántas personas han salido hasta ahora?
Son las autoridades que renuncian cuando la persona que las eligió sale, creo que eso se estila. De ahí el resto de trabajadores me han recibido muy bien, es más aquí hay muchas personas de carrera con hasta 30 años de servicio.
¿Usted asegura estabilidad?
Por supuesto, porque sacar gente no es el interés de nadie. Pero cuando alguien llega a un cargo importante hay puestos clave, pues toca dirigir y tomar decisiones de tipo financiero, administrativo y jurídico; como el secretario general, que es el ordenador de gastos, eso es importante y debe ser de confianza de la gobernadora.
¿Qué significa para usted haber sido designada para este cargo?
Es otro gran reto que me toca asumir en mi vida. El primero fue haber sido asambleísta, que también fue muy importante desde otro espacio. Pero este cargo me compromete aún más por tener características especiales.
¿Como cuáles?
La primera es el hecho de ser la segunda mujer en este puesto y lo otro es ser la más joven. Creo que eso me compromete aún más, es un gran desafío porque más allá de hacer una buena gestión como gobernadora quiero dejar en alto el nombre de las mujeres y los jóvenes. No por ser mujer, ni jóvenes; sino por los resultados que espera la ciudadanía, con eso demostraremos que sí podemos ser gestores de grandes emprendimientos.
¿Cómo fue el primer día en la Gobernación?
El primer día fue el lunes que llegué a asumir el despacho y me quedé revisando papeles hasta altas horas de la noche y el recibimiento fue muy bueno, no me lo esperaba.
¿Y en su familia?
Eso ha sido un poco complicado, a mis papás recién los pude ver la noche del miércoles y en Quito, cuando fue la posesión en Carondelet.
¿Cuáles son los puntos sensibles de la Gobernación?
En el proyecto político del presidente Correa, algo que ha sido inédito y que se ha dado por primera vez es concentrarse en el servicio público y recién en estos años las entidades empiezan a mejorar y crecer. Por eso la gente empieza a exigir y es importante que esta visión sea respaldada por todos los gobernadores en las distintas provincias.
¿Este es uno de sus retos?
Esta es una de mis visiones. Convertir el servicio público en el mejor que tenga el país; algunas instituciones ya lo tienen, pero muchos no los conocen, por eso debemos corregir las deficiencias que por supuesto existen.
¿Estará vigilante de que esto se cumpla?
Sí, porque no hay que esperar que el Presidente de la República llegue y detecte deficiencias, esa es una de mis labores, visitar todas las dependencias y exigir un buen servicio de calidad y con calidez.
¿Y en seguridad?
Otro tema importante es la seguridad y nosotros vamos a seguir colaborando como se ha venido haciendo. Desde el Ministerio del Interior se ha hecho una labor grandiosa y creo que están comprometidos con el cambio, no solamente el Ejecutivo sino todo el Gobierno Central, pero en eso debemos participar todos, porque de nada sirve que cada entidad haga un esfuerzo por cuenta propia.
¿Es decir que la Gobernación será la que conecte a las otras entidades?
Es una labor de todos, porque de nada sirve que la Policía coja a los ladrones si en la Función Judicial no se cumplen los debidos procesos, pero la ciudadanía también debe cooperar.
¿A que se refiere con esa cooperación?
De nada sirve que se trate de atacar la delincuencia si la ciudadanía sigue comprando objetos robados o si no reporta los crímenes, también debe poner su granito de arena en esta lucha.
¿Cuál ha sido el problema de la Gobernación en este tema?
Creo que el problema es que en la Gobernación, a lo largo de su existencia, no se han planteado metas de cumplimiento y creo que ese es el mecanismo adecuado.
Hay que establecer las que son específicas y si se cumplen lo demás será más fácil, tanto dentro como fuera. Esto lo trabajaremos con las personas de confianza y siempre comprometidas con el servicio público.
¿Cuáles son estas metas?
Las primeras son: la eficiencia en el servicio público y la seguridad ciudadana. En lo que se refiere específicamente a comisarías, ¿cómo se van a manejar, seguirán bajo la orden del Gobernador directamente o será el Intendente el que tenga esta competencia?
El organigrama que está aprobado aquí (Gobernación) ha sido que el Intendente está por encima de las Comisarías y obviamente éste reporta al Gobernador. Creo que esa es una competencia que se le da a un funcionario de confianza y se la daré a una persona responsable y con el perfil adecuado. Así también desconcentraré competencias.
¿Cómo va a ser su trato con el alcalde de Guayaquil, ya que esta es la ciudad más poblada del Guayas?
Creo que se debe romper el mito de que los gobernadores deben enfocarse en las grandes ciudades; creo que la provincia del Guayas tiene otros cantones y todos merecen la misma atención.
Y mi relación con el Alcalde de Guayaquil será igual a la que tenga con los otros alcaldes. Todos debemos trabajar por el bien de los ciudadanos guayasenses. El diálogo va a ser cordial con todas las autoridades.
¿Le dio nostalgia dejar la Asamblea Nacional?
Sí, creo que dejar a los compañeros y amigos, con quienes se trabajó allá, es difícil; pero servir a mi provincia directamente es un reto y estoy comprometida en ello.