Los enfrentamientos la noche del lunes entre las fuerzas de seguridad y partidarios del derrocado presidente de Egipto, Mohamed Morsi, dejaron al menos siete muertos, según informaron fuentes del Ministerio de Salud.
Se trata de la más reciente manifestación de violencia política en ese país, desde que el Ejército destituyó al presidente islamista el 3 de julio pasado.
Khaled el-Khateib, jefe del departamento de emergencias y cuidados intensivos del ministerio, también informó que 261 personas resultaron heridas en los choques que continuaron hasta la madrugada del martes en cuatro lugares diferentes de El Cairo.
Extraoficialmente, personal de seguridad señaló que cuatro de las víctimas murieron en enfrentamientos entre partidarios de Morsi que acampaban cerca de la principal universidad de la capital egipcia y habitantes de la zona.
Según la información preliminar, los manifestantes arrojaron a los policías piedras y bombas incendiarias, y estos respondieron con latas de gas lacrimógeno. Sin embargo, la Hermandad Musulmana dijo que las fuerzas de seguridad utilizaron perdigones y municiones reales.
También se indicó que 401 personas fueron detenidas y han sido presentadas ante la Fiscalía General, que ya ha abierto una investigación por estos sucesos.
Miles de seguidores de Mohamed Morsi, quien fue derrocado por los militares hace dos semanas, han protestado para exigir que el exgobernante sea reinstaurado.