Hace 229 años, Caracas era testigo del nacimiento de uno de los personajes que marcaría la historia
de su país y del continente entero: Simón Bolívar, el hombre que con el paso de los años sería recordado con el altísimo grado de Libertador.
Más de 200 años después de su nacimiento, el pasado 16 de julio de 2010 un equipo de 50 forenses exhumó sus restos mortales por orden del gobierno venezolano con el objetivo de determinar si realmente pertenecían a los del Padre de la Patria y para conocer las causas de su muerte, que desde el momento en que falleció en Santa Marta, Colombia, el 17 de diciembre de 1830 se estableció que fue por tuberculosis.
El 30 de agosto de 2010 también se exhumaron los cuerpos de sus hermanas María Antonia y Juana Bolívar, para comparar su ADN con el del Libertador, con lo que se confirmó que los restos sí eran de Simón Bolívar. No obstante, la causa del fallecimiento no pudo ser verificada con total exactitud, pero se informó de manera no oficial que pereció por un “desequilibrio hidroelectrolítico”, y no por tuberculosis, como se había pensado desde hacía tantas generaciones.
Además hoy se ha presentado en Caracas una imagen digitalizada de lo que sería su rostro (foto).
Es tal la influencia del personaje, que varias naciones como México, Estados Unidos, Colombia, Cuba, Ecuador, Perú, Argentina, Reino Unido, Francia, Italia, España, Alemania, Rusia, Venezuela, entre otras, preparan actos conmemorativos en honor del hombre que carga con la responsabilidad de haber liberado al continente del dominio de la corona española.
Así, en nuestro país fue convocada una concentración popular en el monumento capitalino a Simón Bolívar, en el Parque La Alameda. Además se efectúa un Foro en la sede de Alianza País, en Quito, encabezada por diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela para hablar sobre el significado de esta fecha.
El historiador y rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, Enrique Ayala Mora, cree que es positivo que agrupaciones políticas tomen el nombre del Libertador como un referente. «Hay que congratularse de que el Gobierno quiera tener a Bolívar como ícono. El propósito, sin embargo, es que este también cumpla con los objetivos bolivarianos». El experto se refiere a dos preceptos difundidos por Bolívar: la integración y el respeto a las libertades.
«Bolívar era un gran demócrata. Aguantó a sus enemigos hasta el extremo. No tuvo actos de reacción, porque era un real demócrata».
Pero en el caso de Margarita Mendoza, coordinadora de la Organización Cátedra Libre de Simón Bolívar, es todo lo contrario. Ella cree que el Gobierno debe abrirse al verdadero pensamiento integracionista del Libertador. «Aunque fue un hombre político yo no aplico su conocimiento a un partido político u otro, porque él está más allá de todo partido y de todo gobierno».
Otras opiniones, como la de Melvin Hoyos, director de Biblioteca Municipal de Guayaquil, sitúan a Simón Bolívar como opuesto a los ideales del Guayaquil de la época de la independencia. Incluso, comenta, «hay cartas que señalan que él habla negativamente de los ciudadanos de Perú, Azuay, Quito, incluso de Guayaquil».
Sin embargo según Luis Cubillos, jefe político de Guayaquil y dirigente de PAIS, la relación entre el Libertador y el Puerto Principal se pone de manifiesto en la colaboración y mutua «admiración y respeto entre Simón Bolívar y José Joaquín de Olmedo».
Si bien pueden existir criterios diferenciados frente a Simón Bolívar, a los cuales cada persona puede suscribirse o no, su contribución fundamental a la libertad de los países sudamericanos lo hacen estandarte de idearios políticos; y sigue establecido como uno de los personajes históricos más estudiados mundialmente.
Redactado por Andrea Salas