El analista económico, Walter Spurrier, estima que el aumento del 2 al 5% del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) generará al fisco aproximadamente US$1.500 millones anuales.
El incremento al ISD es una propuesta que el régimen incluirá en el proyecto de reformas tributarias que enviará a la Legislatura.
Spurrier explicó que si bien el impuesto beneficia a las arcas fiscales, sin embargo, tiene un “efecto disuasivo” a la producción nacional y, por ende, el traslado de ese costo al consumidor final.
Entretanto, el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx, aclara que la intención del gobierno es tomar medidas preventivas para sostener la dolarización.
“Se nos acusó de estar en contra de la dolarización, cuando esto demuestra la contrario. El costo más alto de salir de la dolarización, es el costo social y es un precio que no vamos a pagar”, dijo Marx.
Sin embargo Spurrier, quien expuso ante empresarios la situación económica del país, en un foro en la ciudad costera de Guayaquil, dijo “yo no creo que apuntale la dolarización, más bien sostiene la liquidez y eso incide directamente en el mayor consumo”.
“Además muchas empresas nacionales operan con créditos en el exterior y les resulta caro pagar más por impuesto, que por el interés del capital que generan los créditos”, detalló.
Walter Spurrier afirmó que la debilidad económica del régimen, es la ausencia de un clima atractivo para la inversión.
Asimismo, el director de la publicación, Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, coincide en que el ISD tiene un impacto a nivel de toda la producción nacional.
Dijo que países como Colombia y Perú tiene ventaja sobre Ecuador en competitividad. “Ellos no tienen este impuesto y además gozan de acuerdos comerciales que no tiene el país”.
Acosta explicó que se ahuyenta la inversión. Puntualizó que “es como ir al cine y a usted le digan que no pague a la entrada sino a la salida. Con eso, el efecto es el mismo cuando se tiene que retirar el dinero”.
Pero el director del SRI aclara que en el aumento del ISD, determina una compensación para la importación de materias primas y bienes de capital que sirvan para la producción nacional.