El proceso de embargo no afectó las actividades en la hacienda La Clementina (provincia de Los Ríos). Solo que a los 1.800 trabajadores y empleados de la finca bananera, propiedad de Álvaro Noboa, se sumaron elementos de la Policía, del Ejército y personal del Servicio de Rentas Internas (SRI).
El pasado martes (que se produjo el embargo) salieron 18.000 cajas de banano de la finca, informó el gerente de la hacienda, Bernardo Manzano. Según el SRI, la empresa Bananera Noboa adeuda 102 millones de dólares por concepto de impuestos.
Desde la puerta de acceso a la hacienda, separada de la parroquia La Unión por un pequeño puente, se observaba a una docena de militares que custodiaba el ingreso mientras dos guardias de seguridad colaboraban con información relacionada de las personas que laboran o viven en el interior.
En la parte administrativa se observaba un constante movimiento de fedatarios del SRI, junto con personal administrativo de la hacienda. Algunos comenzaron desde el mismo martes el proceso de inventario de bienes.
Por los estrechos caminos que conducen a las plantaciones bananeras patrullaban cada cierto tiempo grupos de militares en vehículos todoterreno. A esta tarea se han sumado elementos de la Policía, incluso el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la institución, ayer por la mañana, que llegaron en un bus para custodiar los predios.
Ayer incluso se observaba un camión de la compañía Bananera Noboa en la empacadora El Cauje, una de las doce que funcionan en la hacienda. Decenas de obreros agilizaban su trabajo.
Jaime Mosquera, trabajador de la hacienda, dijo que apenas el martes hubo un poco de inquietud en los jornaleros por la llegada sorpresiva de los militares. El trabajo se reanudó después de que escucharon a los funcionarios del Ministerio de lo Laboral que les garantizaron su estabilidad.
«Algunos trabajamos de 06:00 a 17:30 de lunes a viernes, antes nos pagaban 50 dólares semanales, pero recién en mayo nos empezaron a pagar el salario básico», señaló Mosquera, aunque aprovechó para decir que ojalá esta intervención sirva para que equiparen los sueldos a todos los trabajadores.
Vicente Chaguarmán, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Agrícola Bananera La Clementina, quien fue el portavoz de los jornaleros que se encuentran en sectores distantes de la hacienda, por la acción del SRI hizo un llamado a la calma. «Lo único que esperamos es que se respeten nuestros derechos y que ojalá el abogado Noboa pague su deuda para no tener más preocupación», comentó.
Informó que del total de trabajadores, 760 son del sindicato y un número similar pertenece al Comité de Empresa, pero no todos son miembros de estos gremios porque es opcional, aseguró.
No todos los trabajadores ganan por jornal, pues es según su función que reciben sus ingresos por tarifa, es decir, solo laboran algunas horas al día y luego se retiran, como el caso de los «parceleros» que desbrozan el monte, limpian el terreno y lo preparan para el cultivo.
Para el depositario de la hacienda, Carlos Ordeñana, luego del embargo se levantará un inventario o acta de los bienes incautados y de inmediato se verificarán los activos dentro de la propiedad para conocer el estado en que se encuentran. Esto debido a que en el predio se observan equipos camineros, que están estacionados a un costado de los caminos o en bodegas, que ya no prestan utilidad alguna.
Comentó que las actividades se desarrollan sin novedad. «Ayer todos los trabajadores, las áreas administrativas y de producción nos brindaron facilidades para que el proceso se realizara sin inconvenientes, incluso se trabajó coordinadamente para conocer la hacienda y el estado de la producción», sostuvo.
Incluso se decidió mantener el equipo técnico de la finca que ayudará en el inventario y que en la producción no haya problemas. Mientras que el personal administrativo, financiero y de contabilidad, facilitará la información de las necesidades de la finca y realizará las contrataciones necesarias y, si es posible, mejorará la producción. Luego se contratará al personal que hará el avalúo del predio y luego se elaborará un informe que indicará el avalúo real de la hacienda.
«No nos debería llevar más de un mes, luego habrá otro tiempo para la subasta, tenemos la expectativa de que esto no dure más de tres meses, ya sea con el pago de las obligaciones de parte del dueño, que es lo más rápido, o entre a subasta».
El gerente de la hacienda, Bernardo Manzano, informó que el control en las plantaciones no se interrumpirá, tanto en la fumigación para evitar la sigatoka negra, como en el riego. «Ayer (lunes) no se fumigó pero esperamos hacerlo hoy, una vez que coordinemos las tareas», expresó.
Como nota positiva, indicó, la compañía Bananera Noboa siguió comprando la fruta y paga seis dólares la caja a los productores.
La hacienda no solo es bananera. Manzano explicó que también se crían 5.300 cabezas de ganado, mientras 2.200 hectáreas están destinadas para la reserva forestal y desde hace algo más de dos años se comenzó un proyecto experimental de cultivo de café en 11 hectáreas, cuya primera cosecha produjo 50 quintales por hectárea.
Silka Sánchez, abogada de la empresa Bananera Noboa, dijo que lo actuado por el SRI es nulo porque se tramita en la Cuarta Sala del Tribunal Distrital de lo Fiscal un juicio de excepciones que suspende la ejecución del proceso coactivo.
Anunció que tomarán acciones legales internacionales contra lo actuado por el SRI. Incluso dijo que existe preocupación en los trabajadores y empleados, ya que se ha ordenado la retención de los créditos y esto afectará el flujo del negocio.
Finalmente solicitó al Presidente de la República que nombre una comisión que medie el problema, ya que de esta manera demostrarán la ilegalidad de la glosa.
Pese al embargo, el pasado martes, la producción no se detuvo, informó el gerente de la hacienda La Clementina, Bernardo Manzano. «Todos laboran normalmente, hoy esperamos sacar 19.500 cajas de banano, aunque el promedio normal es de 24.000 que van directamente a exportación», insistió el funcionario. A la semana se calcula en promedio 120.000 cajas.
En la hacienda existen 2.500 hectáreas de banano, cuya fruta es transportada y procesada en doce empacadoras. Allí se realiza el proceso de selección, saneamiento y empacado en cajas que directamente van a los camiones de la empresa Bananera Noboa.