Douglas Henrique de Oliveira, de 21 años, se convirtió en la quinta víctima mortal de las protestas sociales que comenzaron el 10 de junio en Sao Paulo y que se han extendido a todo Brasil.
El joven cayó el miércoles desde un viaducto por el que pasaba la manifestación, que reunió a cerca de 50 mil personas en Belo Horizonte, y sufrió múltiples fracturas, especialmente en la cabeza y las piernas.
El estudiante fue rescatado por los bomberos y conducido al hospital Joao XXIII, pero murió esta madrugada.
El pasado lunes dos mujeres murieron atropelladas por un conductor que lanzó su vehículo contra un bloqueo montado por manifestantes en una carretera en el estado de Goiás.
La semana pasada un joven murió atropellado en la ciudad de Ribeirao Preto y una barrendera pública sufrió un paro cardíaco en la ciudad amazónica de Belén tras haber inhalado gases lacrimógenos.
La protesta en Belo Horizonte fue la mayor entre las registradas el miércoles y coincidió con el partido por la Copa Confederaciones en esa misma ciudad en que Brasil derrotó (2-1) a Uruguay y clasificó para la final.
Los cerca de 50 mil manifestantes congregados en Belo Horizonte marcharon por calles próximas al estadio Mineirao a la misma hora del partido y, pese a que la mayoría se manifestó en forma pacífica, un pequeño grupo intentó avanzar hacia la arena deportiva y se enfrentó con la policía.
Los enfrentamientos generaron graves incidentes que dejaron 25 detenidos y siete heridos, entre ellos De Oliveira y otro estudiante que cayó del mismo viaducto cuando los manifestantes huían de la policía.
Los manifestantes más violentos provocaron un incendio en una concesionaria de vehículos; le prendieron fuego a algunos vehículos y saquearon tiendas en la región de Pampulha.
Uno de los motivos que ha llevado a millones de brasileños a las calles son los elevados gastos del Gobierno en la organización del Mundial de 2014, por lo que muchas de las marchas de protesta han tenido como destino estadios en los que en ese momento se disputaban partidos por la Copa Confederaciones.
Las protestas que se repiten diariamente en Brasil comenzaron en Sao Paulo exclusivamente por el aumento de las tarifas de transporte público, pero se extendieron a todo el país y ganaron nuevas reivindicaciones, como exigencias de mayor inversión pública en educación y salud, y críticas a la corrupción.