Minutos antes de las 09:00, un permiso médico justificó la inasistencia de Bladimir Jaya, miembro del Tribunal Tercero de Garantías Penales de Pichincha, a la audiencia de juzgamiento por delito de terrorismo en contra de los denominados “10 de Luluncoto”.
Una hora antes, nueve de los 10 procesados, vestidos de blanco y esposados, fueron ingresados en medio de un fuerte resguardo policial, mientras que sus familiares trataban de abrazarlos. Al mismo tiempo Fadua Tapia, quien se encuentra en libertad, ingresó con su hija, de tres meses, en brazos y se sentó junto a sus compañeros.
“La Policía nunca conoció de las supuestas reuniones, no hubo investigación, el 3 de marzo al único que le hacían seguimiento era a Royce Gómez, una vez que invadieron la vivienda, y vieron más personas, solicitaron identificaciones y con eso elaboraron los partes de detención, que pasaron por el jefe de la Unidad de Lucha Contra el Crimen Organizado (ULCO), la fiscal y el juez”, señala Ciro Guzmán, abogado defensor.
Asegura además, que hay inconsistencias en fechas y horas, errores que se habrían confirmado con los peritajes realizados.
La defensa argumenta que durante las siete horas que permanecieron retenidos, Abigail Heras, Cristhina Campaña, Fadua Tapia, Luis Gallegos, Háctor Estupiñán, Royce Gómez, César Zambrano, Pablo Castro, Víctor Vinueza y Luis Merchán, se fraguó todo.
Royce Gómez, quien sería la única persona a la que se planeaba detener esa noche, guayaquileño y odontólogo, de 25 años, se presume fue vinculado por la Policía con el Grupo de Combatientes Populares (GCP), por haber incluido en una red social a una persona que tenía fotos y gráficos alusivos a la organización.
En los datos del proceso que constan en la consulta de causas, la defensa indica que para el allanamiento a la vivienda, ubicada en el sector Luluncoto, la Policía solo tenía dos nombres, el de Royce Gómez y de otra persona de la provincia de Esmeraldas.
En el mismo documento, la explicación que hace la fiscal Diana Fernández, se menciona en varias ocasiones a Royce Gómez como el blanco de la investigación.
Del resto de procesados, solo se mencionan los apellidos de algunos y en pocas ocasiones. La fiscal, además, indica que la información de Gómez fue obtenida a través de una página web y de la red social Facebook.
Siendo esta última, elemento determinante para comprobar su participación con la colocación de bombas panfletarias en algunas ciudadades. La fiscal agrega que la evidencia consiste en agendas, esferos y celulares.