Las autoridades elevaron a 93 el número de personas fallecidas por el terremoto de 7,2 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, que sacudió tres turísticas islas del centro de Filipinas, en la región de Cebú. También se registraron decenas de heridos y un total de 441.709 familias afectadas.
En Cebú, la segunda ciudad del país, se reportan al menos 15 víctimas mortales, 77 en la isla de Bohol y una en la isla de Siquijor, según informaciones de la Agencia Nacional de Catástrofes Naturales.
Sin embargo, el número de muertos podría aumentar tras las búsquedas en los edificios derrumbados, previnieron las autoridades.
El sismo se produjo a las 08:12 (00:12 GMT) y su epicentro fue ubicado a unos 5 km al este de Balilihan, en la región de Bohol, a 20 km de profundidad, indicó el Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS).
El Ejército filipino se ha sumado a las tareas de búsqueda y asistencia a los damnificados, con dos helicópteros militares dedicados a las tareas de transportar heridos de las zonas más aisladas a los hospitales.
El director del Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas, Renato Solidum, señaló que hasta las 15:15 hora local (07:15 GMT) habían registrado 241 réplicas, una de las cuales alcanzó los 5,9 grados.
Según Solidum, la energía liberada por el terremoto es similar a la de la explosión de «32 bombas atómicas de Hiroshima».
Miles de ciudadanos en las zonas afectadas, debido a las réplicas, evitan entrar en edificios y prefieren permanecer en la calle, o huyeron hacia el interior ante el temor de que el poderoso temblor hubiese formado un tsunami, lo que no ha sucedido.
El movimiento telúrico originó varios deslizamientos de tierra y causó importantes daños en las infraestructuras de la zona, tanto en hospitales, como en carreteras, puentes, edificios oficiales y en varios monumentos.
Se ha declarado el estado de calamidad tanto en Cebú como en Bohol, donde el temblor cortó el suministro eléctrico. Las autoridades anunciaron también la suspensión de las clases para dar margen a los ingenieros a que inspeccionen los centros educativos y garantizar que son seguros.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, anunció en una rueda de prensa que prevé visitar la zona afectada. Mientras que para tratar de paliar la situación de los ciudadanos afectados por el movimiento telúrico, la ministra de Bienestar Social y Desarrollo de Filipinas, Dinky Soliman, anunció un fondo de 90 millones de pesos (más de 1,5 millones de euros o 2 millones de dólares).
Filipinas se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.