Miembros de la Asociación de Camioneros de Colombia (ACC), en la ciudad de Ipiales, fronteriza con Ecuador, mantienen un paro de actividades de carácter indefinido para exigir soluciones a la crisis económica que afrontan y que, según dicen, se debe al libre ingreso de vehículos de carga de Ecuador y Venezuela.
Pero al igual que los transportistas de Ipiales, sus similares ecuatorianos de Tulcán (Carchi) piden que el transporte de mercancías continúe a través del sistema de trasbordo con el fin de generar fuentes de trabajo en la zona de frontera, aunque en el lado ecuatoriano, la Asociación de Trasporte Pesado del Carchi, no ha resuelto apoyar la medida de hecho de sus colegas.
El Acuerdo 277 de Cartagena, que rige para toda la Comunidad Andina, establece que la transportación pesada por carretera debe fluir desde su origen hasta su destino. Es decir que si la carga que llega desde Guayaquil (en Ecuador) hacia Cali (Colombia) debe llegar en el mismo vehículo, sin transbordo.
El gobernador del Carchi, Efrén Benavidez, indicó a ANDES que este problema se arrastra desde algún tiempo ya que los transportistas de los dos lados de la frontera no quieren acatar esta disposición.
Los transportistas de Tulcán más bien reclaman el pago justo y a tiempo por parte de las coordinadoras de carga internacionales. Para ello, Benavidez convocó a una reunión para este miércoles con el fin de encontrar una solución al problema.
A la cita asistirán todas las autoridades de control.”No es justo que en un flete que vale $600 les pague $380”, anotó al señalar que el problema de los transportistas colombianos radica en la crisis que están enfrentando.