La muerte hace cinco meses del Solitario George, una tortuga gigante de las islas Galápagos, no extinguió su especie como se creía, según un estudio que halló genes de ese ejemplar en 17 individuos, informó este miércoles la reserva natural ecuatoriana.
El fallecimiento del quelonio el pasado 24 de junio “no representa el final de la especie de tortugas gigantes (Chelonoidis abingdonii) de la isla Pinta”, de donde era originario Jorge, señaló la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DNPG) en un comunicado.
Según el reporte, una investigación realizada junto con la universidad estadounidense de Yale “ demuestra la existencia de 17 tortugas con ascendencia de la isla Pinta, las cuales habitan en el volcán Wolf, de la isla Isabela ”.
“El estudio identificó nueve hembras, tres machos y cinco jóvenes con genes de la especie de tortugas gigantes de la isla Pinta, después de analizar más de 1 600 muestras recogidas en el año 2008 en el volcán Wolf”, subrayó la DNPG.
De acuerdo con los investigadores, el “ descubrimiento marca el primer paso hacia la recuperación de la especie Chelonidis abingdonii, mediante un programa de reproducción y crianza en cautiverio, opción que es evaluada por la DPNG”.
George, una tortuga centenaria, era considerado el último representante de su especie, y su muerte por causas naturales se produjo tras décadas de esfuerzos científicos para lograr su reproducción.