El juicio seguido por la violación de una niña de tan solo dos años de edad pasó a la etapa condenatoria. El Tribunal Undécimo de Garantías Penales del Guayas declaró culpable a César Humberto Tul Guerrero (46 años) del delito cometido en contra de la infante, el 26 de octubre de 2011, en la cooperativa La Carolina, al norte de Guayaquil.
La denuncia de abuso sexual fue presentada en la Fiscalía del Guayas por la madre de la menor. “Es el caso señor Fiscal que a eso de las 13:00, mientras me encontraba lavando la ropa en mi casa, mi hija de dos años y medio, quien estaba jugando con mis otras niñas, desapareció”, detalla el escrito. En su versión relató que luego de buscarla por varias calles del sector fue encontrada fuera de la casa del procesado. “Este sujeto -que estaba semidesnudo- entregó a la niña a mi otra hija”. Dijo que al revisarla constató que en sus partes íntimas estaba sangrando.
El peritaje químico realizado a las prendas íntimas de la infante fue fundamental para determinar la responsabilidad del procesado, ya que dicho informe demostraba que en la ropa había muestras de semen. El reconocimiento médico ginecológico realizado a la menor el día del hecho también reveló que tenía un desgarro reciente de 2½ centímetros en su parte íntima.
Algo que retrasó por varias ocasiones la audiencia de juzgamiento fue que la principal denunciante de este hecho no asistía a las convocatorias. A pesar de ello, el pasado lunes, la diligencia se cumplió por petición de Luz María Paz y Miño, la fiscal a cargo de investigar el caso.
La funcionaria alegó ante los miembros del tribunal que la diligencia podría realizarse basada en el artículo 78 de la Constitución.
La normativa señala que “las víctimas de infracciones penales gozarán de protección especial, se les garantizará su no revictimización, particularmente en la obtención y valoración de las pruebas, y se las protegerá de cualquier amenaza u otras formas de intimidación…”.
El texto indica, además, que se deben adoptar “mecanismos para una reparación integral que incluirá, sin dilaciones, el conocimiento de la verdad de los hechos y la restitución, indemnización, rehabilitación, garantía de no repetición y satisfacción del derecho violado”.
En 2001, Tul Guerrero enfrentó un juicio similar por intento de violación a una niña de 8 años. No obstante, en septiembre de 2002, tras acogerse a la caducidad de la prisión preventiva, el procesado salió en libertad debido a que, durante el año y un mes que estuvo preso, el Tribunal Cuarto de Garantías Penales del Guayas -de esa época- no logró emitir una sentencia.
En ese caso, la víctima reveló que el acusado -con autorización de su madre- le pidió que fuera a comprar unos cigarrillos a la tienda, pero en el camino el sujeto la interceptó y la cogió del brazo para llevarla a otro lugar donde supuestamente vendían lo que le había pedido. “Me llevó por el monte y me bajó el short, pero como yo no me dejaba me dio una cachetada y me insultó… en eso aparecieron dos señores que me salvaron y cogieron al atrevido”, dijo la niña en su versión.
Más de una década ha pasado desde ese hecho. Ahora Tul Guerrero podría enfrentar una pena de entre 16 a 25 años de reclusión.