Con la esperanza de que se pueda llegar a un tratado de paz con Rusia, Ucrania anunció su llegada a Donbás como un avance a su expansión de territorios. La contraofensiva del ejército ucraniano ha logrado mantenerse al margen de todas las provocaciones con Rusia, la cual sigue adaptando sus medidas a la situación. El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, dijo que el Kremlin sigue centrando sus objetivos y aseguró que en este momento no es posible lograr una solución diplomática. Rusia pretende forzar referéndums en Donetsk y Lugansk para debatir una anexión para las autoridades de las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Jersón, anunciando que la posible adhesión de estos territorios a Rusia se celebrará entre el 23 y 27 de septiembre en una votación.
Luego de este proceso, los dirigentes prorrusos en la región pidieron al presidente Vladimir Putin que admitiera esos territorios como parte de Rusia. El dirigente prorruso Denis Pushilin, en una publicación difundida en redes sociales dirigida a Putin declaró lo siguiente:
«Le pido, lo antes posible, en caso de una decisión positiva en el referendo, de la que no tengo ninguna duda, considerar que la República Popular de Donetsk se convierta en parte de Rusia»
En otro extremo, la Duma Estatal (la “Cámara Baja” del parlamento ruso) aprobó una ley que introduce los conceptos de “movilización”, ley marcial y “tiempo de guerra”. Añaden nuevos artículos al Código Penal ruso para endurecer los castigos a los que se nieguen a ser movilizados, los que se sometan como prisioneros de guerra y a los desertores que van entre 3 y 10 años de cárcel. Las repúblicas de Donetsk, Jersón, y Lugansk, decidieron celebrar su incorporación a Rusia. Se unió también al proceso la región de Zaporiyia y los cabecillas de los cuatro entes, Denís Pushilin de Donetsk, Leonid Pásechnik de Lugansk, Vladímir Saldo de Jersón y Evgueni Balitski de Zaporiyia.
Por: Fernando Mideros Báez