El Comité de Ministros del Consejo de Europa alertó a sus 47 Estados miembros sobre «los peligros que representa el rastreo por Internet y otras tecnologías de vigilancia para los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho».
La posición del órgano ejecutivo del Consejo de Europa se conoce días después de hacerse público el ciberespionaje masivo de EE.UU. a ciudadanos de todo el mundo. El texto afirma que «las leyes que permiten la vigilancia excesiva de los ciudadanos pueden atentar a su privacidad y tener un efecto negativo en su libertad de expresión y en la libertad de prensa».
Para los embajadores que representan a los gobiernos ante esta organización paneuropea, las medidas de seguimiento y vigilancia puestas en marcha por las fuerzas del orden deben respetar rigurosamente los límites, exigencias y garantías del Convenio europeo sobre protección de datos.
Mientras que la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, pidió a las autoridades de EE.UU. «respuestas concretas» sobre el programa de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
En una carta remitida al fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, la también vicepresidenta de la Comisión Europea expresa su preocupación ante una «situación vista con gravedad por la opinión pública de este lado del Atlántico. Espero respuestas rápidas y concretas el próximo 14 de junio», señaló Reding en la misiva, enviada unos días antes del encuentro de ambos en Dublín para tratar este y otros asuntos.
En siete preguntas, desarrolladas cada una en varios puntos, la vicepresidenta interroga a Holder sobre el ámbito de aplicación del programa Prism y las posibles consecuencias para los ciudadanos europeos. «¿El programa y los que forman parte de él tienen solo por objeto recoger datos de ciudadanos y residentes estadounidenses o también de otros ciudadanos terceros, incluidos los europeos?», fue la primera pregunta de Reding.
«¿Los datos se recogen bajo el precepto de seguridad nacional e inteligencia? ¿Cómo definen ustedes esos conceptos?», añadió.
«La seguridad jurídica es esencial para el crecimiento y la estabilidad (…). El programa Prism puede mermar la confianza de los ciudadanos europeos en las empresas estadounidenses», advirtió la comisaria.
Reacciones de las empresas
En Estados Unidos, Facebook se sumó a Google en pedir permiso a las autoridades federales de ese país para revelar cómo opera el programas de ciberespionaje.
El asesor general de la red social, Ted Ullyot, expresó: «Daríamos la bienvenida a una oportunidad para proveer un informe transparente que nos permita compartir con aquellos que usan Facebook en todo el mundo la foto de los requerimientos que recibimos del Gobierno y cómo respondemos».
Ullyot aseguró que, debido a las limitaciones para revelar esas solicitudes secretas de información del Gobierno estadounidense, presentar informes de transparencia podría ser visto de manera sesgada por los usuarios, que recibirían una impresión incorrecta. «Urgimos al Gobierno que nos ayude a que sea posible incluir información sobre el tamaño y alcance de las peticiones de seguridad nacional que recibimos», dijo el representante.
El gigante tecnológico Google solicitó también permiso al Gobierno estadounidense para publicar un resumen de los datos de los usuarios que fueron solicitados por las autoridades de EE.UU. por razones de seguridad nacional.
Las reacciones de los dos gigantes tecnológicos surgen días después de que Edward Snowden, informático y extrabajador de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), filtrara la existencia del programa Prism, que permite acceder al contenido de los servidores de las empresas de Internet más importantes de Estados Unidos, como YouTube, Skype, Viacom, entre otras.
Más revelaciones
Por otro lado, Snowden prometió nuevas revelaciones y expresó su deseo de permanecer en Hong Kong y resistir a cualquier tentativa de extradición a su país. «No soy un héroe ni un traidor. Soy un estadounidense», declaró en una entrevista al diario South China Morning Post (SCMP).
Snowden está decidido a revelar «otros explosivos detalles» sobre los blancos de los programas de vigilancia estadounidenses. «La gente que piensa que cometí un error al elegir Hong Kong se equivoca sobre mis intenciones. No estoy aquí para huir de la justicia; estoy aquí para denunciar la criminalidad», agregó.
Prometió oponerse a cualquier tentativa de extradición a Estados Unidos, que estudia reclamarlo por haber revelado su programa de espionaje. «Mi intención es pedir que los tribunales y el pueblo de Hong Kong decidan mi destino. No tengo ninguna razón para dudar de su sistema», manifestó.
Por otro lado, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, aconsejó a Snowden refugiarse en Rusia o en América del Sur, en una entrevista a la cadena rusa RT. «Sería bueno examinar esta proposición o encontrar una oferta similar en América del Sur», comentó el australiano desde Londres.
UN BLOGUERO FUE CRUCIAL EN REVELACIÓN
Glenn Greenwald, un bloguero y abogado especialista en derechos civiles que el diario británico The Guardian contrató en 2012, ha sido una de las piezas clave del engranaje que reveló el espionaje virtual de Estados Unidos. Greenwald, de 46 años, accedió junto a un periodista del Washington Post a la información que entregó Edward Snowden.
Con esos datos, el bloguero estadounidense -tal como se define él mismo en sus perfiles sociales- desveló en el diario británico que la NSA trabaja con un programa llamado Prism.
Para Greenwald, el soldado Bradley Manning «merece una medalla, no una vida en prisión (…), el tratamiento opresivo hacia él está diseñado para crear un clima de terror y enviar una señal a todos aquellos que en el futuro quieran revelar conductas erróneas por parte de EE.UU.: si estás pensando en divulgar lo que sabes, acuérdate de lo que le hicimos a Manning y piénsatelo dos veces», escribió Greenwald hace algo menos de dos años.