Más de 36 millones de euros (47 millones de dólares) fueron robados de 30.000 cuentas bancarias en Europa en el ciberataque denominado «Eurograbber», según un informe publicado hoy por dos empresas dedicadas a la seguridad de internet.
Solo en España se robaron 5,8 millones de euros (7,5 millones de dólares) a 11.352 usuarios de siete entidades bancarias, según el informe «Un Estudio de Eurograbber: ¿Cómo fueron robados 36 millones de euros a través de malware?», desarrollado por «Check Point Software Technologies Ltd.» y «Versafe».
El ataque afectó a ordenadores y teléfonos móviles entre enero y agosto de este año, según confirmó Mario García, director general de «Check Point» España -fabricante de productos de seguridad «online»- , quien describió el virus como «sencillo, pero muy avanzado».
Fue «Check Point», la empresa que, en agosto pasado, descubrió y denunció el ataque a la policía europea, además de alertar a las entidades bancarias afectadas.
García explicó el procedimiento de invasión del virus: tras acceder a ciertos enlaces, el «malware» (software maligno o «virus») se instala en el ordenador y permanece inactivo hasta que el usuario se conecta con su cuenta bancaria.
Es entonces cuando intercepta la comunicación del usuario con la entidad bancaria y la suplanta.
Desde la misma web, el «malware», simulando ser el banco, envía una advertencia al usuario sobre actualización y mejora de la seguridad, y solicita el número de celular, por lo que el software maligno también afecta a ese aparato e interfiere en los mensajes que envían los bancos como proceso de autenticación.
Con la información y el número de autenticado de la transacción, los «cibercriminales» pueden ejecutar transferencias paralelas a las del propio usuario.
«Si transfieres, por ejemplo, cien euros, te pueden robar otros tantos y no ves ningún cambio, ni en la pantalla del ordenador, ni en el móvil», explicó García.
El dinero va a parar a cuentas de particulares a los que los atacantes han ofrecido una comisión a cambio de las transferencias a sus depósitos; las llamadas «cuentas mula», que en el caso de este ataque, están dispersas por toda Europa, añadió García.
Las cantidades robadas oscilan entre los 500 y 250.000 euros (unos 650 y 327.000 dólares respectivamente) y fueron sustraídas de cuentas particulares y corporativas en Italia (país en que se originó), España, Alemania y Holanda.
El estudio revela que los dispositivos Android y Blackberry fueron el «blanco específico».
«Tiene que ser un grupo profesional», ha recalcado García refiriéndose a los «cibercriminales», y añadió que su rastro se pierde en Ucrania, «aunque eso no quiere decir que sean ucranianos», dijo.
El director de la empresa ha reconocido que existen «muy pocas posibilidades» de que se descubra a los infractores, pero los bancos ya están alertados.