El incendio forestal que arrasa la zona cercana a Marbella, en la Costa del Sol española (sur), y ha causado un muerto y cinco heridos, obligando a evacuar a miles de personas, seguía activo aunque con una «evolución favorable» en la tarde de este viernes.
El consejero (ministro regional) andaluz de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, afirmó en la tarde de este viernes que el incendio tenía una «evolución favorable».
En torno a 1.000 personas y un total de 31 aviones y helicópteros trabajaban el viernes por la tarde en las tareas de extinción de este fuego, que afectaba a una zona de 12 km de ancho tras haberse declarado el jueves por la tarde en la zona montañosa que domina las famosos playas andaluzas, muy apreciadas por los turistas extranjeros.
El fuego ha afectado a algunas viviendas en la localidad de Ojén, junto a una de las cuales se localizó el cuerpo de un británico de 78 años.
Entre los heridos de gravedad por este incendio se encuentra un matrimonio, él con quemaduras de segundo y tercer grado en el 65 por ciento de su cuerpo, y la mujer con quemaduras en el 60 por ciento, mientras que fueron localizadas sin daños cinco personas que estaban en paradero desconocido.
Según la prensa española, la pareja fue alcanzada por las llamas en su domicilio de Rosario, localidad situada al pie de la Sierra Negra.
La proximidad de las llamas con zonas habitadas provocó la evacuación de miles de personas. La prensa española hablaba de entre 4.000 y 5.000.
En la tarde del viernes, permanecían fuera de sus casas los habitantes de Ojén, una pequeña localidad de algo más de 2.800 habitantes, mientras que habían vuelto los evacuados de los municipios de Mijas, Marbella, Alhaurín de la Torre y Coín, precisó la Junta de Andalucía en un comunicado.
«Una humedad relativa muy baja, fuerte viento y altas temperaturas» registradas el jueves favorecieron la «rápida propagación de este incendio», informó el gobierno regional.
España registra este verano incendios devastadores después de haber sufrido el invierno con menos precipitaciones desde hace 70 años.
Según datos del ministerio de Agricultura, las llamas arrasaron 153.156 hectáreas entre el 1 de enero y el 26 de agosto, es decir el 0,55% de la superficie forestal del país. Una catástrofe sin precedentes en los últimos diez años.