Un panorama de ruinas, como si se tratara de un escenario de guerra, se evidenció ayer en el barrio El Tambo, de Pelileo.
Un muerto, 2 heridos, 25 casas con ventanales rotos, paredes cuarteadas, puertas sacadas de sus marcos y techos rotos eran el resultado de la explosión que se registró ayer a las 11:40, en el caldero de la lavandería de una fábrica de jeans de propiedad de Luis de la Cruz.
Al fallecido solo se lo identificó como Luis, de aproximadamente 20 años. Gisela Amán era una de las dos heridas.
El hecho se produjo en el barrio El Tambo, que la tarde de ayer estaba convulsionado. Allí, los vecinos relataban que Luis era obrero de la lavandería. El propietario no se presentó en el lugar y nadie sabía cuántas personas trabajaban. Unos decían que tres, otros cuatro y hasta hubo quien aseguró que este tipo de talleres tienen por lo menos diez operarios.
“La explosión fue muy fuerte. Se cayeron algunos bloques encima de las máquinas de coser y sobre los artefactos de la casa; quisimos salir y la puerta se había remordido. Fue desesperante”, dijo Gabriela Amán, quien estuvo junto con su hermana Gisela en el interior de unos cuartos que alquila en la casa de propiedad de Mariela Aldaz.
José Carrasco, artesano de Pelileo, comentó que para todos es conocido que por la confección de los jeans, Pelileo tiene fama nacional e internacional, pero solicitó a las autoridades que tomen medidas para que se cree un parque industrial en donde operen todas las fábricas textiles.
Dijo que ahora la producción del jean, a diferencia de hace años cuando comenzó en forma artesanal, es industrial y por lo tanto requieren de un lugar más adecuado para evitar sucesos como el ocurrido.
Carrasco estimó que la explosión pudo haberse producido porque la lavandería trabajaba con un caldero obsoleto, sin la seguridad que permita operar sin dificultades. Añadió que este artefacto “es el alma de este tipo de locales”.