Al menos una persona murió y 119 resultaron heridas la pasada madrugada en choques entre manifestantes salafistas y residentes del barrio cairota de Abasiya, según la última cifra difundida por el Ministerio de Sanidad egipcio.
El subsecretario de Sanidad, Hisham Shiha, que horas antes ofreció un balance de 91 heridos, informó a la agencia oficial de noticia Mena de que una de las víctimas falleció a causa de las heridas sufridas durante los enfrentamientos, que se desataron frente al Ministerio de Defensa.
Fuentes de seguridad dijeron a Efe que la situación en esa zona, donde fue convocada la manifestación y sentada de los salafistas, se mantiene tranquila, y que no se han registrado nuevos choques.
En cuanto a los heridos, Shiha explicó que la mayoría fueron dados de alta tras ser atendidos por lesiones leves causadas por balas de goma y el impacto de piedras.
Sin embargo, todavía hay doce que se encuentran ingresados en cuatro hospitales de la capital egipcia con fracturas y heridas de bala.
En la manifestación frente al Ministerio de Defensa participaban seguidores del jeque salafista Hazem Abu Ismail, que protestaban contra la decisión de la Comisión Electoral de excluir su candidatura a las elecciones presidenciales de mayo por la supuesta nacionalidad estadounidense de su madre.
Según la edición digital del diario Al Ahram, un grupo de desconocidos atacó poco después de la medianoche con cócteles molotov y ladrillos a los manifestantes y se escucharon disparos en las inmediaciones del Ministerio.
Los manifestantes se congregaron ayer mientras la Junta Militar se reunía con los líderes de las principales fuerzas políticas para buscar un consenso para formar una nueva Asamblea Constituyente, encargada de elaborar la Carta Magna.
Al final, se logró un acuerdo de seis puntos para crear una nueva asamblea, después de que la anterior fuera invalidada el pasado día 10 por la Justicia tras el boicot de los liberales.
Pese a este avance, la convulsa transición egipcia vivió hoy un nuevo revés con la decisión del Parlamento de suspender sus sesiones hasta el próximo 6 de mayo con el fin de presionar para que el Gobierno de Kamal Ganzuri renuncie.
El presidente de la cámara baja, el islamista Saad Katatni, aseguró ante los diputados que el Ejecutivo «supone una carga para el pueblo egipcio y causa problemas diarios», por lo que exigió a la Junta Militar, máxima autoridad del país, que fuerce su dimisión.