Con ocasión del Día Mundial contra el Sida, la OMS publica unas directrices para proteger a los portadores del virus VIH de una de sus más mortales amenazas, la tuberculosis, algo que se puede lograr con «una medicación regular, preventiva y de bajo coste».
Una cuarta parte de los cerca de dos millones de muertes relacionadas con el Sida que se dan cada año en el mundo están asociadas a la tuberculosis, según indicó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Debido a la debilidad de su sistema inmunitario, los seropositivos tienen menor capacidad para luchar contra la tuberculosis y más facilidad para desarrollarla.
En algunas comunidades, señala la OMS, hasta el 80 por ciento de las personas con tuberculosis dan positivo en el test del Sida.
El tratamiento preventivo contra la tuberculosis que preconiza la OMS es la llamada Terapia Preventiva Isoniazida, algo que no es nuevo pero, por diversas razones, se emplea poco.
Sólo unas 85.000 personas (el 0,02 por ciento) de todas las personas seropositivas recibieron isoniazida como prevención en 2009.
La isoniazida es un antibiótico que se aplica en el tratamiento de la tuberculosis.
Las recomendaciones clave son que todos los niños y adultos seropositivos, incluidas las mujeres embarazadas y los que reciben tratamiento antirretroviral, deben recibir medicación preventiva con isoniazida.
Esta debe ser proporcionada entre seis y 36 meses, o durante toda la vida en zonas con alta prevalencia de Sida y tuberculosis.