La joven de 17 años, que vive en Alicante, con su madre y esposo se ganaron uno de los premios de la lotería de Navidad. La familia ha dicho que no sabe que hacer con los 330.000 euros del «Gordo».
Como cada 22 de diciembre, España dio hoy por inauguradas las fiestas navideñas con el tradicional sorteo de lotería de Navidad que repartió más de 2.300 millones de euros (unos 3.000 millones de dólares) y volvió a dejar escenas de celebraciones y alegría por todo el país.
Una gran parte de esa lluvia de millones fue obra del primer premio del sorteo, el popular «Gordo», que correspondió este año al número 79.250, vendido en nueve provincias españolas, sobre todo en Barcelona.
Cuando ya habían pasado casi dos horas desde el inicio del sorteo, los niños Andreas López e Iván Quintero, del Colegio de San Ildefonso de Madrid -cuyos alumnos son los encargados cada año de «cantar» los premios-, desataron la alegría de muchos, aunque la decepción de muchos más, al entonar el 79.250.
Entre los agraciados por el «Gordo», se encuentra una joven ecuatoriana de 17 años que reside en Alicante (sureste) con su novio y su madre, quien aseguró no saber qué hará con «tantos euros», aunque reconoció que el dinero (300.000 euros) les «vienen muy bien».
Los premios estaban dotados con tres millones de euros (unos cuatro millones de dólares) por serie, es decir, 300.000 euros (unos 400.000 dólares) por décimo, hay historias como la del bar «Maldonado», en Barcelona, que ha repartido 180 millones de euros (unos 240 millones de dólares) entre sus clientes.
El propietario del establecimiento, José Maldonado, también agraciado, destacó que el premio ha caído en este caso en una zona donde «hacía mucha falta», ya que muchas personas «se han quedado sin trabajo» y «tienen problemas para poder pagar la hipoteca e, incluso, para el día a día».
La diosa Fortuna también quiso que a Fernando Sanmartín el Gordo le haya tocado el mismo día es que se le acababa la prestación por desempleo, según contaban hoy los medios de comunicación españoles.
Pero también hay historias de mala suerte, como la de una administración de la región de Murcia (sureste), que devolvió en su integridad una serie del número agraciado con el «Gordo».