Cuando eran las 19:15 del 4 de agosto de 2011, cuatro sicarios asaltaron la finca María José, en el recinto Balcerío, ubicado en la jurisdicción del cantón Quinsaloma, en la provincia de Los Ríos.
Los delincuentes llegaron hasta la casa de ángel Carlos Humberto Llanos Avendaño, que se encontraba con su esposa y su hijo de cuatro años de edad.
Los asesinos violaron a la señora y luego con machetes degollaron a toda la familia. Los cuerpos fueron lanzados al río Umbe, que cruza por la parte posterior de la propiedad.
Luego, los sicarios regresaron e incendiaron la casa donde ocurrieron los asesinatos. Como el hecho se dio en una zona rural, nadie escuchó los gritos. Los vecinos se dieron cuenta al día siguiente.
La crueldad del triple homicidio conmocionó al país y puso en debate la seguridad en las áreas rurales, donde la presencia policial es escasa.
Los servicios de auxilio recuperaron los cadáveres y los familiares enterraron a los muertos, en medio de pedidos de justicia y mayor atención a las autoridades.
Quinsaloma se encuentra ubicada en la parte centro-este de la provincia de Los Ríos, a tres horas de Guayaquil y cinco de Quito.
Es el cantón más jóven del país, ya que fue creado el 20 de noviembre de 2007 mediante publicación en el Registro Oficial Nº 215. Previamente había pertenecido al cantón Ventanas, en calidad de parroquia, desde el 15 de noviembre de 1979.
Tras lo ocurrido, iniciaron las investigaciones que estuvieron a cargo de la Policía Judicial y la Subsecretaría de Inteligencia.
Luego de las pesquisas correspondientes, la fuerza pública detuvo a cuatro sujetos: Carlos Guaray, Leonidas Eloy Barragán Abril, José Manuel Véliz Sánchez y édgar Eduardo Martínez Franco, acusados de ser los autores materiales de la masacre.
El tercer aprehendido, durante los interrogatorios, afirmó que él y sus compañeros actuaron bajo las órdenes de Geomar Carolina Llanos Romero, prima hermana de la víctima.
La policía logró ubicar a esta ciudadana el pasado lunes en Guayaquil, donde fue detenida. Cuando fue capturada, la señora portaba un teléfono cuya línea está registrada a nombre de Galo Lara, asambleísta de Los Ríos por Sociedad Patriótica.
Para evitar que inteligencia policial rastree las llamadas hechas desde su teléfono, Llanos Romero rompió el chip del celular.
El miércoles en Quinsaloma se realizó la audiencia de vinculación de cargos. Es en este trámite donde la acusada se identifica como “la mujer” de Lara.
Una versión que fue ratificada por los padres de la imputada, quienes afirmaron que su hija dio a luz a mellizos, cuyo progenitor sería el legislador.