La demolición mecánica del edificio del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), conocido también como la «Licuadora», es la alternativa que implica menos riesgo y menos contaminación que la implosión (detonación controlada de explosivos colocados en la parte externa del edificio), según ingenieros consultados por este diario.
Sin embargo, el proceso de derribamiento requerirá más tiempo para su ejecución. Según el plazo estipulado por el Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar) en las bases del concurso, que ganó la empresa Tecnovía Padko, las labores se realizarán en 240 días (8 meses).
José Wonsang, técnico de la Unidad de Vinculación Comunitaria de la Universidad de Guayaquil, explicó que la técnica mecánica es la más viable, pero el despliegue de los elementos de seguridad es más amplio. «Habría que cubrir el edificio y trabajar aisladamente».
Se realizaron dos auditorías para determinar la técnica que se empleará en la demoliciónLa técnica referida es colocar un manto grueso de yute que envuelve la estructura para evitar que pedazos de piedra o cualquier material escapen al perímetro de los trabajos. «Habría que restringir, incluso, el paso de peatones para evitar accidentes».
Las labores también requerirán maquinaria mediana y trabajo manual de obreros, que estarán equipados con taladros y martillos.
Otro elemento necesario sería una campaña en los sectores aledaños, para que se conozcan las medidas de protección y evitar situaciones de riesgo o enfermedades por el polvo que generarían los trabajos. Los habitantes del perímetro Machala, Padre Solano, Quito y Alejo Lascano, tienen sus dudas.
Carlos Guayo, quien administra un parqueadero en la zona, aseguró que trabajó en la construcción del edificio, en la etapa de las excavaciones. «Estamos hablando de toneladas de hormigón y abesto… seguramente hay más de una persona con alergia en los alrededores, que tendrá problemas respiratorios».
Por su parte, Alfredo Gregor, director de la Cámara de Construcción de Guayas, indicó que la contaminación que generará la demolición mecánica será menor a la que produciría la implosión.
Gregor, quien ha participado en las construcciones de los edificios del Magap, el Fórum y el estadio Monumental, consideró factible la alternativa estipulada por Inmobiliar. «Lo más recomendado sería utilizar grúas y un martillo neumático (taladro percutor portátil) para demoler piso por piso».
Sin embargo, cuestionó que se justifique la destrucción del inmueble, por el deterioro de las bases. «Esto es fácilmente subsanable y, como medida adicional, se podrían quitar algunos pisos y colocar una estructura que sirva de apoyo… sería un poco más caro, pero es preferible a destruir un edificio emblemático en el que se invirtieron millones de dólares».
El presidente de la República, Rafael Correa, en un enlace de mayo del presente año, aseguró que el sistema de la demolición mecánica brindará más seguridad a las personas que habitan cerca de la «Licuadora». La implosión fue descartada porque implicaba un riesgo del 10%, según una consultoría realizada por la entidad española Gecsa.
Precisamente, en una entrevista previa a un encuentro de análisis de demolición del edificio (organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles del Guayas y la Cámara de la Construcción de Guayaquil ), Gregor señaló que la Compañía General de Construcción levantó la estructura correctamente, pero, reconoció, tuvo que trabajar sobre un proyecto que lo consideraba «mal dispuesto arquitectónicamente».
En la entrevista reconoció que el edificio presentaba fallas terribles y se refirió al corto espacio que hay entre un piso y otro.