La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) asume desde hoy un papel protagónico en una vital gestión mediadora para tratar de preservar la paz de la región, en peligro por el conflicto desatado por Colombia con sus acusaciones a Venezuela.
El Consejo de Cancilleres de la organización, que reúne a los titulares del Exterior de las 12 naciones miembros de esa instancia, intentará encontrar una vía para solucionar la crisis agravada por la celebración de la última reunión de la OEA.
Ecuador, en su carácter de presidente pro témpore de la Unión, siguió realizando esfuerzos conciliatorios después que el secretario general de la OEA, Jose Miguel Insulza, desconoció su petición de posponer un debate causante de la ruptura de relaciones entre los dos países.
En las últimas horas el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, conversó telefónicamente con su homólogo colombiano, Jaime Hernández, para reiterarle la urgencia de reanudar el diálogo con Venezuela.
Aunque asistirá a la reunión de hoy aquí, Hernández adelantó públicamente que su gobierno no aceptara un plan de paz preparado por Venezuela para ser analizado por el Consejo de Cancilleres, el cual tiene como objetivo hallar una solución al conflicto.
Las puertas del salón de sesiones de la Cancillería se abrirán a las tres de la tarde, hora local, para que se intente por los 12 ministros sacar de una supuesta bola de cristal la fórmula conciliadora en la cual la abrumadora mayoría de naciones está interesada.
Venezuela, a pesar de sentirse agredida, ha mostrado reiteradamente su disposición a una salida que, además, siente precedente para evitar la reiteración futura de incidentes similares independientemente del gobierno existente en el vecino país.
Habrá que ver si Colombia llega a compartir ese espíritu de conciliación que respalda la comunidad suramericana y de toda América Latina.