Esta mañana arribó a Guayaquil, la urna con los restos del Santo Hermano Miguel. La comisión que celebra el centenario de la Unidad Educativa San José La Salle, organizó su llegada que coincide con los primeros cien años de la muerte del Santo cuencano.
Dentro de la urna está el cráneo y otros huesos del religioso, que recorrerá ocho iglesias de la ciudad durante su estadía.
El Hermano Miguel, santo ecuatoriano, tuvo una profunda vocación de servicio a la comunidad, además fue una persona que triunfó en el ámbito público a pesar de su discapacidad física, situación que no le impidió ser un extraordinario ser humano.
Ante la carencia de libros para la enseñanza en la época, el Santo Hermano Miguel se dedicó a hacerlos, entre ellos libros de Aritmética, Algebra, Geometría, Historia, Gramática, Ortografía, Ciencias Naturales y Geografía, bajo el pseudónimo de G. M. Bruño, (en total más de 100 libros incluyendo adaptaciones de otras obras) muchos de sus libros fueron adoptados por el gobierno ecuatoriano para la enseñanza.
El Santo Hermano Miguel nació el 7 de Noviembre de 1854 en. El 2 de Agosto de 1.892 ingresó a la Academia Ecuatoriana de la Lengua, también en las Academias de Venezuela y Francia.
En 1923 se inició en Quito y en Cuenca el proceso informativo en vistas a la beatificación. La tumba del Hermano Miguel se convierte en centro de continuas peregrinaciones.
El milagro atribuido a su intercesión a favor de la curación de Sor Clementina Flores Cordero pone en buen camino la causa del santo Hermano hacia la Beatificación. Llevados a término todos los requisitos acostumbrados, el Papa Pablo VI, el 30 de octubre de 1977 procede a la Beatificación del Hermano Miguel.
El mismo día de la Beatificación, precisamente se le atribuye otro milagro: la Señora Beatriz Gómez de Núñez, afectada de incurable «miastenia gravis», se sintió completamente curada.
La canonización llegó el 21 de Octubre de 1984 cuando es declarado Santo por el Papa Juan Pablo II.