La Superintendencia de Bancos informó que de enero a julio del 2011 en el Ecuador se hicieron compras con tarjetas de crédito por alrededor de US$ 3.953 millones. Esto significa un 41 % más que en el mismo lapso del 2010.
El año pasado el consumo con el llamado dinero plástico llegó a USD 2 799 millones.
Por ejemplo, según registros de la tarjeta Bankard, el 25% se orienta al consumo de alimentos, el 12% a prendas de vestir, el 10% a compra de vehículos y avances en efectivo, el 8% en salud y un porcentaje similar por consumo de gasolinas. Y finalmente el 6 y 7 % se usa en tecnología y viajes de turismo.
Según los especialistas, el aumento del gasto con tarjetas de crédito refleja la fortaleza de la actividad comercial que hay en el Ecuador.
El decano de la Facultad de Economía de Ecotec, Carlos Morlás, opina que esta facilidad de pago que tienen los clientes puede ser un arma de doble filo si no se controla el gasto y no se da un uso correcto a las tarjetas.
El experto recomienda tomar en cuenta las tasas de interés, pues en muchos casos suelen ser excesivamente elevadas y sin darse cuenta el tarjetahabiente puede caer en una deuda de la cual no podrá salir fácilmente.
A esto se suma que muchas veces el usuario no se da cuenta de que ha empezado a gastar más de sus ingresos, y con esto se generan la crisis y el peligro de caer en la Central de Riesgo, un organismo de carácter privado que se encarga de detectar a quienes tienen deudas para transmitir esos datos a sistema financiero, especialmente comercial.
Morlás sugiere ver qué modalidad de pago es más recomendable antes de hacer las compras con tarjeta de crédito, ya sea para consumo corriente, diferido o un sólo pago a fin de mes.