El Premio Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa considera que «los jóvenes» que acortan las palabras y vulneran las reglas gramaticales en los chats de internet o en Twitter y Facebook piensan «como un mono», según una entrevista publicada hoy en el semanario uruguayo Búsqueda.
«El internet ha acabado con la gramática, ha liquidado la gramática. De modo que se vive una especie de barbarie sintáctica», afirmó el autor de «Conversación en La Catedral», de 75 años, en una larga entrevista publicada este jueves.
Vargas Llosa se refirió también a la política suramericana para afirmar que Argentina es «una barbarie» y que los Kirchner «son los dueños» de ese país. También dijo que Ollanta Humala ganó la primera vuelta electoral en Perú por culpa de WikiLeaks.
En sus reflexiones, el escritor lamentó la situación del periodismo y la cultura actuales.
Entre otras cosas opinó que los diarios viven un momento «difícil» y se han contagiado de las ganas que tiene la gente de «entretenerse y divertirse» cuando abre un periódico, un fenómeno del que no escapa la prensa seria inglesa ni la española.
Algo similar sucede con el arte plástico y con la literatura, según Vargas Llosa, para quien los escritores jóvenes latinoamericanos «se ríen a carcajadas» cuando «se les habla de compromiso literario» y aceptan que «la literatura es una forma de entretenimiento muy elevada».
Sin embargo, sus palabras más duras fueron para el lenguaje que usan «los jóvenes» en internet o en los dispositivos móviles, que calificó de «aterrador».
«Si escribes así, es que hablas así; si hablas así, es que piensas así, y si piensas así, es que piensas como un mono. Y eso me parece preocupante. Tal vez la gente sea más feliz si llega a ese estado. Quizás los monos son más felices que los seres humanos. Yo no lo sé», sentenció.
Al reiterar sus críticas al fenómeno WikiLeaks, que dice ver «con terror», apuntó que «en buena parte, la catástrofe electoral en el Perú se debió» a la filtración de los cables de la embajada de Estados Unidos en Lima al Departamento de Estado en Washington, que «favoreció a Humala».
Sobre Argentina, opinó que «es un caso terrible» porque de ser «un país desarrollado cuando tres cuartas partes del mundo eran subdesarrolladas» y «extraordinariamente culto» ha pasado a ser «la barbarie».