Los propietarios de negocios y habitantes del sector centro de la ciudad solicitan mayor control en las calles para evitar que las paredes y postes sean usados como urinarios.
Las calles Luque, Colón, Julián Coronel y Loja, entre otras, son los lugares en los que se observa que, pese a que funcionan baños públicos en el Malecón Simón Bolívar, hay personas que prefieren orinar al aire libre. En los sitios mencionados se evidencian manchas en las paredes y postes, acompañadas de un fuerte olor a orina.
Jhonny Valle, quien administra un local cerca del hospital Luis Vernaza, aseguró que el lugar de estas acciones, sancionadas en ordenanzas municipales, varía dependiendo de la hora. «La mayor parte ocurre en la noche; si es en el día, las personas buscan lugares con poca vigilancia, como la parte baja de los pasos a desnivel».
En Pedro Moncayo y Luque, el comerciante Xavier Pérez indicó que en este sector hay pocas opciones en caso de que alguien tenga una necesidad fisiológica. «Solo en garajes y restaurantes se puede contar con que se facilite un baño, porque en el Parque Centenario no hay».
En el perímetro que conforman las calles Julián Coronel, Piedrahíta, Tungurahua, Colón y Malecón Simón Bolívar, los sitios públicos con disponibilidad de baterías sanitarias se limitan al Paseo León Febres-Cordero, Plaza Rodolfo Baquerizo y Mercado Central.
Las personas que optan por conseguir un baño fuera de esos sitios se inclinan por los centros comerciales, bares y restaurantes. En estos no hay atención al público desde las 22:00 hasta las 06:00. Y en algunos negocios, el baño es de uso exclusivo para los clientes.
Los ciudadanos de mayor edad, consultados sobre el tema, recordaron que décadas atrás solo había un baño público en las calles Ayacucho y Tnte. Álvarez, actualmente desaparecido.
El sociólogo Franklin Salazar comentó que la costumbre de miccionar en la vía pública se mantiene porque no existe la suficiente infraestructura pública en cuanto a baterías sanitarias. Agregó que «también falta una campaña en las escuelas para educar a las personas».
El Art. 17 de la ordenanza reglamentaria de la zona de regeneración urbana establece que el Cabildo «dotará de las unidades sanitarias en cantidad y ubicaciones de acuerdo a lo determinado en el Plan de Regeneración Urbana, pudiendo tercerizar su administración y mantenimiento».
Además, se delega a la Dirección de Justicia y Vigilancia el control de la aplicación de lo establecido en los artículos del 23 al 32 de la Ordenanza del uso del Espacio y Vía Pública.
En el mencionado estatuto se establece la obligación de instalar servicios higiénicos para uso público en parqueaderos, gasolineras y todo establecimiento comercial e industrial que tengan una superficie mayor a 30 metros cuadrados.
El Art. 32 sanciona a quien hace sus necesidades en la vía pública , con el 12,50% al 75% del salario mínimo vital (de $ 39,75 a $ 238,5) por concepto de multa y -o hasta- dos días de prisión, según la gravedad del caso.
Este diario intentó contactar a la Dirección de Urbanismo para conocer si existe un plan para construir baterías sanitarias públicas, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.