Luego de una semana del torrencial aguacero caído en la parte alta de El Oro -que afectó a cuatro cantones-, la emergencia se mantiene debido a las recientes lloviznas y deslizamientos que amenazan a una veintena de casas.
Ocho viviendas derrumbadas, más de 200 personas damnificadas, vías destruidas, daños a la propiedad privada y a los servicios públicos, es lo que hasta ahora deja el invierno en esta zona orense.
Los habitantes de Zaruma, Atahualpa, Portovelo y Piñas viven momentos de nerviosismo con cada chaparrón. En esta última urbe, los ciudadanos se quedaron sin agua por varios días y los pacientes del hospital tuvieron que ser evacuados. Ayer se restableció la provisión del líquido. El fin de semana hubo lloviznas que si bien no provocaron daños, alertaron a la población.
Para paliar los estragos del invierno, varias instituciones del Estado y municipales se encuentran trabajando. El Gobierno Provincial Autónomo y la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) realizan la limpieza de los ríos. Mientras el Cuerpo de Bomberos reparte agua en los diferentes barrios.
El Ministerio de Salud Pública envió una Unidad Móvil Quirúrgica para cubrir los servicios de cirugía a los pacientes de Piñas. Ello debido al cierre definitivo del hospital Luis Moscoso, que fue parcialmente destruido por un deslizamiento de tierra y que actualmente se encuentra en riesgo.
Mariuxi Mejía, directora provincial de Salud, informó que esa Unidad se encuentra totalmente equipada, cuenta con una zona de esterilización, espacio pre-operatorio, quirófano completo, monitores, equipo de anestesia y otros accesorios.
Si un paciente requiere hospitalización, será enviado hasta las instalaciones del hospital Virgen del Cisne, de propiedad del Sindicato de Choferes de ese mismo cantón.
Hasta ese local se trasladó el área de hospitalización y consulta externa del Luis Moscoso. La Senagua se está encargando de la