A partir de la próxima semana operará un sistema de control en el estado venezolano de Zulia, fronterizo con Colombia, de la compra de algunos alimentos y productos básicos para evitar la escasez y el tráfico de mercancías hacia el país vecino.
«Se nos autorizó, con el apoyo del mismo presidente Nicolás Maduro, la venta controlada» de alimentos y productos subsidiados por el gobierno, anunció el gobernador de Zulia, Francisco Arias Cárdenas, en declaraciones al canal estatal venezolano.
El mecanismo, que aún debe ser detallado y que ha sido calificado por la oposición de «racionamiento» como ocurre en Cuba, busca dotar a los consumidores de una tarjeta computarizada para evitar un mismo producto en dos establecimientos distintos. Está por determinarse si el control será diario o semanal.
«No estamos racionando, estamos evitando que se lleven los productos a Colombia. No estamos en Cuba, estamos en Maracaibo. Todo lo que necesitamos para consumir en el Zulia está llegando, pero tenemos la irregularidad del contrabando», sostuvo el gobernador, al defender este proyecto, que será puesto en marcha inicialmente en 65 supermercados de Maracaibo y San Francisco.
Entre los productos que serán controlados figuran arroz, pasta, pollo, leguminosas, harinas, aceite, leche, pasta de dientes, jabón, papel higiénico y pañales.
Estos productos tienen un precio controlado por el gobierno y en ocasiones resultan hasta cuatro veces más baratos que en otro país, lo que según las autoridades alentaría el contrabando, como ocurre con la gasolina, que en Venezuela es subsidiada y es una de las más baratas del mundo.
La alcaldesa de Maracaibo, Eveling Rosales, de la opositora Mesa de Unidad Democrático, rechazó la imposición de controles y denunció un problema de baja en la producción, ligada a la profunda crisis económica que golpea a este país que acumula una inflación de 12,4% en 2013.
«El problema radica en que no hay producción alimentaria, porque no se están generando inversiones para la elaboración de productos de primera necesidad » , dijo Rosales.
En los últimos años, los venezolanos han sufrido la escasez periódica de productos y alimentos y aunque oficialmente no existe una orden de racionar la venta, distintos establecimientos comerciales la limitan.
En las últimas semanas, se ha resentido una fuerte escasez de papel higiénico. En un recorrido por supermercados de Caracas, la AFP constató que la venta de papel se limita a doce rollos por persona, mientras que otros productos como pasta de dientes lo suelen limitar a dos tubos o el café a dos paquetes.
El gobierno acusa al sector privado de ocultar productos con el fin de promover un descontento social, mientras que los empresarios señalan que la falta de divisas para la importación de insumos es la causa de la escasez.
El dólar, cuya venta es controlada, se cotiza oficialmente a 6,30 bolívares. En el mercado paralelo, el billete verde se cotiza hasta cinco veces más. Los empresarios pueden disponer de dólares a precio oficial a través de un mecanismo oficial, pero se registran demoras en la entrega de recursos.