A quienes expendan sus productos en los sistemas de transporte público sin autorización se les decomisarán los artículos. La Policía Metropolitana hace un censo para identificar y legalizar la situación de los comerciantes informales.
Las ventas informales en los sistemas de transporte público, es decir, en el Trolebús, Ecovía, Corredores Sur Occidental y Sur Oriental, no están permitidos. Pese a ello, en este año, la Policía Metropolitana ha desalojado a los informales en 200 ocasiones. “Según la norma, no está permitido vender dentro de los buses, a pesar de ser discapacitados”, expresó Luis Zapata, inspector de la entidad policial.
Alexandra Pillajo sale cada dos días a vender caramelos, chocolates o galletas en el Trolebús. Su esposo, Orli Guagua, una persona no vidente, también pide ayuda en el mismo sistema de transporte. La pareja comentó que tiene dos hijas -una de 10 años y otra de 6- y que su única entrada económica es el bono de desarrollo humano de $ 35 y sus ventas.
Pillajo cuestionó que no le permitan vender en el Trolebús porque esa es la única manera de ganar dinero para la comida de sus hijas. Según dijo, la Policía Metropolitana acusa a los comerciantes de robar a los pasajeros.
La prohibición de las ventas ambulantes obedece a las innumerables denuncias, incluso en contra de personas con discapacidad, porque aprovechan su condición para delinquir. “Hace varias semanas detuvimos a una persona de la tercera edad que no tenía una pierna. Subía al Trolebús a pedir dinero diciendo que su familia lo abandonó y mientras pasaba de asiento en asiento, metía las manos en los bolsillos de los pasajeros y hurtaba los celulares y billeteras”, contó Zapata.
Desde septiembre la Policía Metropolitana realiza un censo para conocer cuántos vendedores informales laboran en los sistemas de transporte público. Los resultados se conocerán en noviembre y luego se iniciará un proceso de legalización y organización como requisito para que puedan laborar.
Luis Ordóñez, pasajero de la Ecovía, considera se les debe permitir vender a las personas con discapacidad “porque es su única forma de obtener dinero, pero deben organizarse y no mendigar, sino ofrecer un producto”.