¿Qué hacía Betty Amores ahí? ¿Cómo debe sentirse alguien que hace unos meses atrás despotricaba con quien ahora sonríe, palmotea y hasta chacotea? Al mismo tiempo, ¿qué sienten un César Montúfar y un Lucio Gutiérrez cuando en la historia tienen un momento de contradicción absoluta? Y, ¿qué vive y piensa un Carlos Vera cuando de entrevistador blasfemaba contra toda la clase política y ahora es uno de sus aliados y aspirante a ser uno de sus mejores representantes?
Eso se vivió la noche del jueves, en el auditorio de la Cámara de Comercio de Quito, en el encuentro “Diálogo Ecuador posible”, protagonizado por los políticos Carlos Vera, Betty Amores, Martha Roldós, César Montúfar, Lucio Gutiérrez, Andrés Páez y Luis Fernando Torres, invitados por el empresario Blasco Peñaherrera Solah, que tenía un solo propósito: ganar a Rafael Correa. Aunque no lo digan, cada una de sus expresiones apuntan a ese objetivo. Y quizá por ello se cobijaron con el eslogan: “Juntos sí podemos”.
El murmullo de que no hay libertad de expresión -que a ratos parecía común entre los invitados “de terno y corbata”- y que se gestó desde las butacas ubicadas en la mitad del auditorio, en donde -curiosamente- estuvieron personajes como Pablo Chambers, cercano al ex presidente Lucio Gutiérrez, o el periodista Carlos Jijón, se extendió hasta donde estaban sentados periodistas como Juan Carlos Calderón, Roberto Aguilar y Jorge Ortiz.
Todo ello cuando Carlos Vera (ministro de Información y de Turismo en el gobierno de Sixto Durán-Ballén) golpeaba incesantemente el podio mientras calificaba de “cabeza hueca”, “tirano”, “cerebro atormentado” al presidente Rafael Correa. Palabras que a ratos hasta llegaron a sorprender a los asistentes, mientras otros, como Calderón y Ortiz, sonreían. Su mirada de ira y rabia no se ocultó durante su intervención.
De pronto, como lo dijo el asambleísta Andrés Páez (Izquierda Democrática), llegó el “gran inicio de la campaña electoral”. Vera ya habló de fórmulas para derrotar al “fascismo”, mientras que Gutiérrez lo aplaudía. Sí, Gutiérrez, el ex presidente con quien estrechó la mano y estuvo sentado en el mismo panel, a pesar de que Vera, días atrás en Radio Visión, señaló que su sentimiento hacia él es de “asco”, tanto así que con solo mencionarlo le entran ganas de “vomitar”.
Pero no lo hizo y más bien lo escuchó atento, a ratos sonriendo, tomando apuntes. Mientras Gutiérrez -con “Power point”- se tomó 15 minutos para decir: “En mi gobierno… en este gobierno”. Y Vera tomaba su segunda taza de café. Peñaherrera lo aplaudía, mientras que Martha Roldós, a su lado, fijó la mirada en el techo y colocó las manos en actitud de oración (¿para que acabe?).
Al final de su intervención, solo César Montúfar se levantó a estrecharle la mano y su participación se selló con un gran abrazo que recibió de Peñaherrera. El ex presidente, aún dudando de con quienes estaba sentado en la mesa, pidió que, de llegarse a una unidad, todos se apoyen. “Y no hay libertad de expresión” seguía diciendo Montúfar y Roldós tildaba al régimen de “mafioso”. Y en primera fila, Gilmar Gutiérrez, hermano del ex presidente Lucio; y el asambleísta Fernando Aguirre (Sociedad Patriótica) asintieron las palabras de Montúfar con la cabeza.
Ellos llegaron con barra propia. María Alejandra Cevallos, asambleísta alterna socialcristiana, quien el 30 de septiembre de 2010 irrumpió por la fuerza en el edificio de Ecuador TV, estuvo fascinada con los discursos de Betty Amores, que llamaban a Correa “populista, clientelar y corrupto”. Sí, Amores, quien llegó a la Asamblea en 2009 con PAIS.
Vera se acabó más de siete botellas de agua, Páez bostezaba, y a ratos buscaba en Torres un aliado de conversación. ¿Hablarían de fútbol? En dos ocasiones, Páez gritó: “Que gane el Deportivo Quito”. ¿O sería que Torres lo estaba convenciendo para integrar su movimiento Cambio a falta de la ID? Al final, los panelistas salieron juntos y con el ofrecimiento de Gutiérrez de llamarlos.