Los cardenales no han empezado todavía las reuniones en la Capilla Sixtina para elegir el nuevo papa, pero la sastrería Gammarelli está lista para vestir al nuevo pontífice como lo viene haciendo desde hace dos siglos.
El comercio exhibió el lunes en su vitrina tres juegos de vestimentas —grande, mediano y pequeño— para enviar al Vaticano a fin de vestir al nuevo papa que sucederá al renunciante Benedicto XVI.
«Debemos enviar estos tres juegos antes de que comience el cónclave porque obviamente no podemos entrar una vez que empiece», explicó el lunes el sastre Lorenzo Gammarelli.
Un «zucchetto» o solideo blanco se veía sobre una cubierta de tela roja en la vitrina, al igual que una faja blanca con flecos dorados y un par de zapatos rojos de cuero.
Detrás del Panteón en el centro de Roma, el comercio Giammarelli ha vestido a decenas de cardenales y papas desde 1798. El papa Pío XII fue una excepción, ya que usó su sastre familiar.
La exhibición de las vestiduras fue uno de los primeros indicios tangibles de que se elegirá pronto un nuevo papa.
«Para mí es siempre como la primera vez», dijo la sastre Teresa Palombini. «Es un sentimiento maravilloso y me pregunto quién usará estas ropas, quién será el próximo».