«No conocemos de ningún intento de secuestro y peor aún podemos aceptar que el Gobierno ecuatoriano esté tras un secuestro de cualquier ciudadano llámese como se llame, peor aún en territorio extranjero”, señaló Javier Córdova, viceministro de Seguridad, contradiciendo a la publicación de la revista Semana que afirmó lo contrario.
Córdova insistió que el Gobierno colombiano deportó a Fernando Balda por un problema migratorio. «(Balda) ingresó a Colombia con una visa de turista, el Gobierno lo detectó, lo detuvo y lo deportó».
También refirió que se enteró por la revista que la Fiscalía colombiana inició una investigación del caso, pero no ha requerido hasta el momento ningún tipo de información a Ecuador.
Según Semana, agentes de inteligencia policial ecuatorianos intentaron varias ocasiones secuestrar al opositor al Gobierno. «Durante meses, miembros de la inteligencia ecuatoriana realizaron labores encubiertas en territorio colombiano, se aliaron con un suboficial del Ejército colombiano, contrataron delincuentes e intentaron secuestrar el año pasado a Balda en pleno norte de Bogotá, con el fin de llevárselo a Ecuador». Pero en octubre fue capturado y deportado en un avión oficial. En enero pasado fue sentenciado a prisión por atentar contra la seguridad del Estado.
Según Córdova, la presencia del policía Luis Chicaiza en Colombia, uno de los agentes encubiertos que facilitó la deportación de Balda, se investiga y dijo que «él es el único que debe rendir cuentas sobre su presencia en el territorio colombiano». Pero no descartó que se investigue «disciplinariamente el comportamiento del miembro policial”.