“Si tenemos que clausurar lo haremos”, dijo el viceministro de Relaciones Laborales, Francisco Vacas Dávila, durante su visita a la mina Cimpe (Compañía de Inversiones Mineras Pacheco Espinoza), en Portovelo, donde murieron asfixiados dos obreros peruanos, ambos menores de edad, según documentos presentados por parientes.
El funcionario estuvo en varias minas entre el miércoles y ayer, y dijo que a los empresarios mineros les dieron tiempo para que se regularicen, pero no lo han hecho. “Por lo que nos obligan a tomar acciones”. “El ministerio será firme y radical. No podemos permitir que el trabajador se esté exponiendo”, insistió Vacas Dávila.
En cuanto a la muerte de los dos mineros peruanos, indicó que ha solicitado informes a los inspectores y a los mineros.
En Cimpe, de 60 empleados, 40 son del Perú, la mayoría sin papeles en regla. Frente a la denuncia de que no es la primera vez que un peruano muere en las minas, aceptó que “esto debe ser lo que más sucede”. Criticó que “ciertos medios” habían desinformado al decir que uno de los muertos era menor de edad, pero al referirle que los familiares confirmaron con papeles que ellos tenían 16 y 17 años, Vacas Dávila pidió que le faciliten las pruebas para aplicar las sanciones respectivas.