El impacto del virus troyano DNS Changer, que amenazaba con dejar ayer sin Internet a miles de ordenadores, fue menor de lo esperado.
Según la empresa antivirus Kaspersky lab, un 8% de usuarios del Ecuador fue afectado por el virus.
Según este estudio, Ecuador está dentro de los 10 países de América Latina más afectados por el malicioso software que impide a los usuarios el acceso a Internet y que fue creado por el grupo de hackers Rove Digital, de Estonia, capturado por el FBI en noviembre de 2011.
En América Latina, Colombia fue el país con mayor cantidad de computadoras infectadas, 26%; seguido de México, con 23%; luego Perú, con 17%, y Brasil, 16%.
A nivel mundial, las naciones más afectadas fueron Rusia, China y Estados Unidos, indica el informe de GMS, partner de Kaspersky en Quito.
Ayer, el FBI finalmente cerró el conjunto de servidores que han estado dirigiendo el tráfico de Internet durante un año de miles de ordenadores infectados con un virus transmitido por un grupo de criminales cibernéticos.
El virus ya está controlado, pero se temía que los cerca de 200.000 usuarios que se calculaba que podrían seguir infectados en todo el mundo perdieran su conexión a Internet cuando se cerraran los servidores. Por ahora, «no hemos sabido de problemas mayores después del cierre», indicó ayer un portavoz del FBI, Jason Pack.
El virus modificaba la configuración DNS (sistema de nombre de dominio) en ordenadores de las plataformas de Windows, Mac OS y Linux, para que los usuarios utilizaran servidores ilegítimos controlados por atacantes remotos que les redirigían a direcciones no deseadas.
En noviembre del pasado año, el FBI anunció la detención de sus creadores, seis estonios y un ruso, que a través del «malware» llevaban a los usuarios afectados a páginas no deseadas para embolsarse compensaciones por el número de visitas, por las que lograron de manera fraudulenta al menos $14 millones.
Tras la operación, el FBI activó de manera temporal varios servidores que reconducían a una dirección segura a los equipos infectados.
Los servidores DNS controlados por el FBI y el consorcio de sistemas de Internet (ISC) iban a ser cerrados en marzo, pero se dio de margen hasta el 9 de julio para que los usuarios revisaran sus ordenadores y se dieran tiempo de limpiar sus archivos.