Joan Turner, la viuda del cantautor chileno Víctor Jara, afirmó hoy que tras el procesamiento de ocho exmilitares por su presunta participación en el crimen de su esposo tras el golpe militar de 1973, «aún hay mucho por hacer», para alcanzar la Justicia.
«Para mí es muy difícil hablar, no es un momento de celebración, es un momento donde hay que estar tranquilos y saber que hay mucho trabajo por delante para lograr por fin la justicia verdadera», dijo Turner en una rueda de prensa junto a su familia y allegados del artista.
En especial, lograr «justicia verdadera para todas las víctimas que sufrieron tanto en este lugar y en tantos otros lugares de Chile», subrayó Turner, que habló en el estadio «Víctor Jara», el antiguo estadio Chile, donde el cantautor fue asesinado el 16 de septiembre de 1973.
El pasado 28 de diciembre el juez especial Miguel Vásquez procesó y ordenó el arresto de ocho exoficiales del Ejército, dos como presuntos autores y seis como cómplices del asesinato del autor de «Te recuerdo Amanda» y «Plegaria del labrador», entre otros temas.
Cuatro de los procesados, Hugo Sánchez Marmonti, Jorge Smith Gumucio, Edwin Dimter Bianchi y Nelson Hasse Mazzei se entregaron este miércoles y fueron recluidos en un batallón de policía militar.
Los otros procesados son Raúl Jofré González, Luis Bethke Wulf, Roberto Souper Onfray y Pedro Barrientos Núñez, quien reside en Florida (EE.UU.) y está acusado, junto con Sánchez Marmonti, como autor material del homicidio.
El juez emitió una orden de captura internacional contra Barrientos y además, según confirmó hoy a los periodistas, pedirá la extradición del exoficial.
Hace un tiempo, Barrientos dijo a un canal de televisión que lo encontró en EE.UU., que nunca custodió a prisioneros tras el golpe y que ni siquiera sabía quién era Víctor Jara.
En la misma línea, Sánchez Marmonti negó hoy incluso conocer a Barrientos, al jurar inocencia mientras era sacado del cuartel policial.
Según la resolución judicial, Víctor Jara fue detenido el 12 de septiembre de 1973 junto a centenares de alumnos, empleados y docentes de la Universidad Técnica del Estado (UTE), siendo llevados al Estadio Chile, donde el cantautor fue reconocido por los militares, que lo separaron de los demás prisioneros y lo torturaron durante varios días.
El 16 de septiembre el artista fue asesinado con 44 disparos y su cadáver arrojado detrás de un cementerio en el sector sur de Santiago, donde fue recogido un al día después y llevado al Servicio Médico Legal (SML).
Joan Turner lo reconoció ahí al día siguiente y lo sepultó de inmediato en el Cementerio General.
Turner, que hoy estaba acompañada de sus hijas Amanda y Manuela, consideró que si el esclarecimiento del crimen «sirve como punta de lanza, iremos adelante, con la esperanza de Justicia para todos».
La familia llamó a los tribunales a que exijan a Estados Unidos la extradición de Pedro Barrientos y agradeció a quienes han estado a su lado por más de 39 años demandando justicia, entre ellos al abogado Nelson Caucoto, que les representa en el juicio.
«Quiero hacer un agradecimiento a toda la gente que nos han acompañado durante estos largos años, no sólo aquí en Chile, sino también afuera», dijo Turner, quien insistió: «tenemos que seguir trabajando. Lo vamos a hacer».
«Este lugar (el estadio) para nosotros tiene fantasmas, obviamente, yo creo que están con nosotros ahora y por ellos vamos a seguir», concluyó.
El abogado Caucoto, en tanto, consideró positivo que en Chile «se pueda investigar un caso después de 39 años y llegar a los estadios procesales a los que hemos llegado sin que hayamos escuchado de ninguna parte que es un impedimento la prescripción».
A su juicio, las dictaduras del futuro «están siendo notificadas que estos crímenes van a ser perseguidos en cualquier lugar y durante cualquier tiempo» y que ello «es la más grande e importante lección que estamos sacando de esta resolución».
«¿Por qué se investiga después de 39 años? Porque ya tenemos la conciencia plena. Ese es el gran regalo que el mundo de los derechos humanos hace al conjunto de la sociedad, poder decir que podemos dormir tranquilos porque estos crímenes van a seguir perseguidos cualquiera sea el tiempo y lugar donde se cometieran», comentó.