Alabama y Misisipi, los dos estados más pobres de Estados Unidos, celebraron ayer primarias republicanas, en las que sus electores afirmaron que iban a las urnas pensando en elegir “el mejor candidato” para derrotar a Barack Obama en noviembre y que les mejore su economía.
En las reñidas elecciones republicanas, el conservador Newt Gingrich busca mantenerse en carrera y el moderado Mitt Romney quiere consolidarse como favorito único para disputar la presidencia con el actual mandatario.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición se desconocían los resultados.
La diferencia entre Romney y Gingrich se redujo en Misisipi a no más de dos puntos de ventaja a favor del ex presidente de la Cámara de Representantes, 33 contra 31%, según un sondeo de Public Policy Polling divulgado el lunes en el que el que Rick Santorum figuró con 27% y Ron Paul con 7%.
El escenario en Alabama resulta aún más reñido, con una diferencia de menos de un punto (27 contra 26,8%, a favor de Romney), de acuerdo con la media que realiza Real Clear Politics.
“Gingrich tiene la experiencia para hacer algo para poner a punto el país. Y además lo quiero ver derrotar a Obama”, dijo Pat Grannan, de 67 años, en un centro de votación en Misisipi. Susie Webb y su marido David votaron por Romney, a quien consideran el candidato más sólido para recuperar la prosperidad económica del país y capaz de derrotar a Obama el 6 de noviembre.