El Congreso de Estados Unidos podría disminuir fácilmente las preferencias comerciales otorgadas a Ecuador como respuesta al otorgamiento de asilo en ese país al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, afirma hoy el diario The Washington Post en un editorial.
La concesión de asilo a Assange, advierte el editorial, «podría tener consecuencias económicas desastrosas» para Ecuador.
«El Congreso podría decidir, fácilmente, una disminución de ese acceso comercial privilegiado a comienzos del año próximo», añade el editorial del Post, y se pregunta «¿Vale Assange, realmente, la pena?».
El fundador de WikiLeaks, de 41 años, lleva refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio, cuando pidió protección al presidente Rafael Correa, cuyo Gobierno le concedió el pasado jueves asilo ante la «decepción» del Ejecutivo británico.
«Estados Unidos, este país que Correa tanto desprecia, permite que Ecuador exporte muchos bienes libres de impuestos, sustenta aproximadamente 400.000 empleos en un país de 14 millones de habitantes, y adquiere un tercio de las ventas de Ecuador en el exterior», continua la nota.
Assange, quien es reclamado por la Justicia de Suecia por las denuncias de dos mujeres por presuntas agresiones sexuales que él ha negado reiteradamente, es responsable de la divulgación de cientos de miles de páginas de cables diplomáticos de Estados Unidos a través de WikiLeaks.
El editorial señala que Asange «se presenta como víctima de una conspiración política internacional… y alega que la extradición a Suecia resultará en su entrega a Estados Unidos donde podría ser condenado a muerte».
«Rafael Correa, el locuaz y muy anti-estadounidense presidente de Ecuador, ha alentado esas fantasías y ha dado a Assange la bienvenida a un llamado ´club de los perseguidos´», añade el editorial.
Pero Correa «seguramente sabe que Estados Unidos no ha acusado al fundador de WikiLeaks por crimen alguno ni ha pedido su extradición», apunta el Post. «¿Por qué entonces ofrecerle asilo?»
Según el diario «Correa, quien ha restringido la libertad de prensa en su país, ha comenzado a mostrar indicios del establecimiento del mismo tipo de autocracia que Hugo Chávez ha implantado en Venezuela».