WikiLeaks ha hecho públicos nuevos archivos llamados Spy Files 3, correspondientes a la tercera parte de sus Archivos de Espionaje.
En los nuevos Spy Files constan folletos, catálogos, presentaciones y contratos de alrededor de 92 empresas de espionaje (de un total de 190 puestas al descubierto en las tres entregas), registradas principalmente en Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otros países europeos.
Entre los servicios que ofrecen las compañías constan: monitoreo del internet, extracción de información de móviles, decodificación de contenidos de redes sociales o cualquier página web, mecanismos de vigilancia para identificar rostros, grabar conversaciones, y otros servicios.
De los más de 200 documentos incluidos en los Spy Files 3 solo uno data del 2000 y los demás son de 2009 a 2012. La industria privada de espionaje es relativamente nueva, de hecho, desde el 11 de septiembre de 2001, día del atentado terrorista contra las Torres Gemelas en Nueva York, comenzaron a surgir de forma más rápida los servicios de vigilancia y de seguridad, de acuerdo con The Washington Post.
«Las empresas emplean decenas de miles de personas en el mundo entero y mueven múltiples miles de millones de dólares», dice Jacob Appelbaum, un investigador de seguridad informática. Por ejemplo, los documentos de la NSA revelados por Edward Snowden, según The Washington Post, comprobaron que el presupuesto de espionaje solo de los Estados Unidos llega a los 52.600 millones de dólares en 2013.
Julian Assange, en sus declaraciones en torno a los Spy Files 3, ha manifestado: «La industria del espionaje trabaja de la mano de los gobiernos en el mundo entero para facilitar la vigilancia ilegítima de los ciudadanos. Con poca supervisión y sin regulación forzosa, este sistema inmenso nos enreda a todos en contra de nuestra voluntad y, muchas veces, sin que lo sepamos. WikiLeaks está comprometido a exponer y educar acerca de esta industria, con el objetivo de que juntos podamos construir el conocimiento y las herramientas para protegernos a nosotros mismos, y los unos a los otros, de su mirada».
Y agregó: «Los Spy File 3 son parte de nuestro compromiso continuo de sacar a la luz detalles de esta industria secreta. Esta publicación multiplica por dos el tamaño de la base de datos Spy Files. Esta base de datos seguirá creciendo y será un recurso constante para periodistas y ciudadanos, al detallar y explicar las condiciones 'orwellianas' bajo las cuales vivimos nuestras vidas supuestamente privadas».
En los documentos publicados salen a la luz estos archivos de empresas jóvenes y que operan de manera secreta. Se observa un panorama de las capacidades técnicas que tienen estas compañías, que anuncian que sus productos sirven para proteger la seguridad nacional, contrarrestar el terrorismo, combatir el narcotráfico, la pornografía infantil o el lavado de dinero.
En los documentos existen organizaciones que proveen desde sistemas operativos, software, virus de computadora tipo malwares, hasta indumentaria tecnológica como cámaras, grabadoras o transmisores de audio y video, chips, equipos completos, celulares, satélites, entre otros. Qosmos, Gamma, Ntrepid o Kapow son algunas de las empresas que nombran los archivos.
Asimismo, no solo ofrecen servicios a gobiernos sino a otras empresas, municipios o corporaciones independientes que lo requieran.
Los medios que colaboraron en esta investigación fueron: Al-Masry Al-Youm (Egipto), Bivol (Bulgaria), CorpWatch (EE.UU.), Dagens Naeringsliv (Noruega), La Jornada (México), La Repubblica (Italia), L'Espresso (Italia), McClatchy (EE.UU.), NDR (Alemania), Página 12 (Argentina), Publica (Brazil), Público (España), RT (Rusia), Rue89 (Francia), Süddeutsche Zeitung (Alemania), Sunday Star Herald (Nueva Zelanda), y The Hindu (India).