En el país hay muchas especias que corren alto riesgo, se puede citar a los monos, loros, pericos, guacamayos, tortugas y serpientes. El tráfico envuelve a especímenes vivos, muertos o a partes de ellos como colmillos, pieles y aletas, utilizados para alimentos, colecciones o como mascotas.
Ante esa situación, el Zoológico de Quito realiza muchas actividades en pro de la conservación de la biodiversidad. Una de ellas es La Granja Infantil, construida con el objetivo de difundir la problemática del tráfico ilegal de la fauna silvestre y que la ciudadanía conozca que los animales que se puede tener y comerciar como mascotas son exclusivamente los animales domésticos.
Con el objetivo de promover un cambio de actitud de los ecuatorianos hacia la fauna y que conozcamos la sorprendente biodiversidad del Ecuador, la Fundación Zoológica del Ecuador desarrolla y produce material educativo sobre la fauna del Ecuador y sus ecosistemas.
Según sus directivos, el Zoológico recibe más de 250 mil visitantes al año y se ha convertido en uno de los principales centros de educación ambiental del Ecuador.
Señalan que para cubrir parcialmente sus gasto de operación y realizar una continua mejora de las adecuaciones, se apoyan en plan de autogestión, con permanente búsqueda de auspicios, a lo que se suma los ingresos percibidos por los visitantes que reciben.