El primer ministro israelí, Neftalí Bennet, dijo en semanas anteriores, que Irán está usando documentos robados a la Agencia Nuclear de la ONU para ocultar su actividad nuclear, a través de informes falsos.
El mandatario de Israel ha expuesto supuestos documentos donde Irán tiene un plan para elaborar una coartada a actividades nucleares, para estar preparados cuando la Agencia Nuclear les pida informes entorno a la elaboración de armamento nuclear.
Por su parte, el gobierno iraní menciona que son pruebas falsas puestas por Israel.
Estas declaraciones surgieron días antes de la reunión de la Agencia Internacional de Energía Atómica, en la que la entidad discutirá su último reporte en el que se establece que existe “material nuclear” que no ha sido declarado, guardado en tres ubicaciones “inusuales”.
Sin embargo, ese mismo reporte establece que Irán no ha proveído explicaciones que sean técnicamente creíbles, con respecto a los hallazgos de la agencia en esas ubicaciones “inusuales”.
Varios países occidentales sospechan que Irán está intentando construir armamento nuclear, violando convenciones internacionales. El país persa niega esas declaraciones.
Varias potencias nucleares han intentado revivir las conversaciones con Irán para el acuerdo caído en 2015, en el que se buscaba frenar la actividad nuclear de Irán a cambio de levantar ciertas sanciones que permitan su recuperación económica. Desde la salida de Estados Unidos del tratado en 2018, Irán ha estado realizando acciones prohibidas por dicho acuerdo.
En días previos, la Agencia Nuclear Internacional declaró que han descubierto reservas de uranio enriquecido que son 18 veces superiores al límite establecido en el tratado de 2015. Este elemento puede ser utilizado como combustible para reactores nucleares, pero también para la construcción de armamento.